top of page

Pensando un poco

Otro año que se va con sus realizaciones y frustraciones. Con sus encantos y desilusiones. Con hechos que lo marcarán por un tiempo y sin duda con la huella de muchos amigos que se fueron.


Esta por nacer un nuevo tiempo del calendario. Ahora, las cosas pasan volando, las noticias nos abruman, las comunicaciones cada vez nos acercan por un lado y alejan por otro. Vemos a los que están lejos y casi no sentimos la presencia de los cercanos. El calor humano se ha pegado a los móviles, a las computadoras, a todo lo que nos separa de quienes hasta hace poco eran nuestros contertulios. Cuánto cuesta hacer callar a esas máquinas que destilan información, destruyen el idioma, maltratan a cualquiera, difaman y también nos cuentan cosas que valen, pero que son las adversarias del trato humano cordial, directo, interesado.


Y, claro, todo este enjambre incontable de instrumentos que marcan el mundo de la tecnología, del conocimiento, de la velocidad del cambio y, a su vez ponen en serios aprietos a las estrategias de desarrollo y bienestar, también destruyen las relaciones entre humanos; las vuelven robóticas, mediatizadas, distantes y poco propensas al afecto, la cordialidad, la solidaridad.


Por ahí ya se queja la naturaleza de tanto maltrato y responde con rudeza, pero todavía tiene paciencia y deja un espacio para la recomposición de las relaciones de hombre con su entorno. No hay mucho tiempo pues Job es historia y la amenaza de llegar a un punto de no retorno ya se ve en el horizonte.


Ya somos 8 000 millones de seres inteligentes y la cuenta sigue, aunque algunos creen que se acerca el punto de inflexión. Todos con ansia de tener una vida digna, aunque muchos, en estos últimos tiempos, vieron esfumados sus esfuerzos y sienten rabia que, se ve en la temperatura del mundo social.


Se viven nuevos retos con la esperanza de superarlos. La historia nos anima con sus relatos de las notables mejoras en la calidad de vida a la vez que nos recuerda las tareas incumplidas y las obligaciones pendientes, especialmente en el mundo de la equidad.


Colaboración

Diario El Comercio

bottom of page