Amnesicos por conveniencia
De todo lo que se ha visto, se ve y con seguridad se verá, en el Ecuador la amnesia parece ser la enfermedad más difundida, podría decírsela “pandémia local”, con un nivel de contagio muy superior al Covid y sin un tratamiento que la enfrente. Se manifiesta incluso autoinmune ya que en muchos casos ha llegado al ADN personal y colectivo, con una tendencia degradante peligrosa que avanza en la cobertura de toda la capa social.
Muchas cosas que pasan pertenecen al cosmos de Ripley, es decir parte de esa famosa columna internacional que cita los hechos increíbles, inimaginables, absurdos que caen en el ámbito de las alucinaciones. Pues bien, una gran cantidad de declaraciones, explicaciones, justificaciones de muchos dirigentes políticos navegan por ese mundo del absurdo cuando buscan con desesperación alguna razón que sustente sus puntos de vista. La historia no existe. Lo que antes se sostuvo, hoy no se lo reconoce, con el agravante de ser cara dura el momento que algún periodista le recuerda su pasado. El blanco se parece al negro. Lo que hoy se repudia, ayer era parte del paraíso terrenal. En fin, la incoherencia sustituye a la racionalidad. Al diablo con la imagen internacional. Eso no sirve. Estorba.
Si no hay cambio de fondo, el destino del país está marcado y es muy desagradable. Está próximo a bajar algunos escalones en su bienestar, pero eso poco importa. Se cierran los espacios de diálogo (en verdad hace rato se pusieron candados) pero tampoco importan las consecuencias pues prima, sin pudor, un desaforado interés por hacerse del poder al costo que sea.
Los responsables de cuidar la Constitución la violan sin piedad y siguen tan campantes, para luego en su nombre cubrir sus fechorías. Juegan con la democracia y ponen a la paz social (lo poco que queda de ella) en riesgo. Para que hablar de los temas que interesan: el empleo, la educación, la salud, la libertad, la seguridad, la responsabilidad y peor de la honestidad (bien escaso, bastante escaso). Estos no existen.
Colaboración
Diario El Comercio
01 de abril del 2022
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