Inquietudes nacionales
Tras el allanamiento del pleno de la asamblea a 11 objeciones del ejecutivo, ¿cómo analizar de los ingresos esperados para el año 2020?
Van a mejorar en los términos que estuvieron previstos por el ejecutivo. Obviamente no son los suficientes, ni ese es el camino que debe seguirse para cubrir todas las necesidades del 2020. El déficit está concentrado en el presupuesto del gobierno central por la multiplicidad de cargas y obligaciones que debe atender, sea por disposición constitucional o por norma legal. Esto de ninguna manera justifica el enorme gasto corriente y la mala calidad de este, dos aspectos vinculados, pero no atendidos en las evaluaciones sobre el papel del Estado en la sociedad.
¿Será posible que el ejecutivo obtenga recursos hasta el cierre del año fiscal para cumplir con sus obligaciones salariales?
Con el desembolso del FMI de cerca de 500 millones de dólares (de dos trimestres), que forman parte de la línea convenida de 4 200 millones, a ser desembolsada en tres años, a 10 años plazo, con cuatro años de gracia y con un interés del 3%, el presupuesto debería cerrar con las dificultades “normales” a las que está acostumbrado en estos ya casi seis años de apuros fiscales. Mantendrá por lo tanto los atrasos que usualmente se producen, pero no creo que las remuneraciones tengan una dificultad especial a pesar de su enorme peso.
¿Cómo manejar el déficit fiscal en el año que se inicia en breve?
Tres líneas de acción: reducción del gasto, mejora de ingresos (en lo posible por lucha contra la evasión y si es posible corrección de subsidios) y nuevo endeudamiento.
Es hora de reintroducir las reglas macro fiscales que, en gran medida ya estuvieron presentes en los años iniciales de este siglo y fueron irresponsablemente derogadas para dar paso a ese derroche y latrocinio que tanto duele, cuyas secuelas no terminan de atenderse ni se consigue el reembolso de lo robado. Con estas, mejora el control del gasto, pero es necesario incorporar cláusulas relativas a la construcción de matrices de valoración de todo expendio para desterrar el mal uso y mejorar la calidad de los servicios públicos.
Este concepto de eficiencia, que tanto se pide al sector privado también debe ser parte del análisis de los recursos entregados por la sociedad a las entidades públicas. Fue una lástima que en la ley tributaria recién aprobada se haya excluido este capítulo de normatividad nacional, pues debe imperar para todo el sector público, sin excepción alguna.
¿Cómo cumplir con los intereses y pagos de la deuda en el ejercicio fiscal del año que pronto empieza?
Los intereses más que el pago de capital es muy pesado en la estructura del gasto (superarán con facilidad los 3 800 millones de dólares), pero a pesar de ello no veo una probabilidad de incumplimiento. Tendría que pasar muchas cosas malas para ver cercano a ese escenario.
Luego de los últimos acontecimientos de octubre, ¿será posible focalizar subsidios y sincerar los precios de los combustibles?
Si en el país se cumple la palabra de los dirigentes políticos, la focalización debería ser una realidad. Hay conciencia de la inutilidad e inconveniencia de mantener los actuales precios de los combustibles. Las actividades privadas no los necesitan si creemos en una economía de mercado; muchos sectores sociales tampoco. La tecnología ayuda a tener mecanismos seguros de focalización y con eso además se deja de financiar, con plata de todos, el contrabando y la que últimamente ha sido reconocido con mucha fuerza: el narcotráfico.
Conceptos sobre la estructura del presupuesto 2020
No hay cambios de fondo. La gran mayoría de recursos se concentra en los gastos corrientes de los sectores sociales, de defensa y seguridad interna, subsidios a pensiones e intereses de deuda. Queda muy poco para inversión pública. Precisamente por eso, la dificultad de reducir el tamaño del Estado es muy alta.
Históricamente, cada vez que ha sido necesario controlar el desborde público, el camino escogido ha sido cercenar la inversión pública, que además no ha sido necesariamente establecida con parámetros de prioridad nacional ni ejecutada bajo principios de honestidad y calidad. Sólo para recordar: la refinería del Pacífico, la rehabilitación de la de Esmeraldas, dos joyas del despilfarro y el atraque de los fondos público.
¿Será viable la gestión compartida de activos del estado con empresas privadas?
Si no lo es, el presupuesto tiene un ingrediente de complejidad mayor pues se espera recibir 2 000 millones por la entrega de dos proyectos (CNT y Sopladora) en administración al sector privado, de cuya acción deberá esperarse además una reducción de los precios que ofrecen en la actualidad esas empresas, pues el objetivo es mejorar la eficiencia y trasladar el beneficio a los consumidores.
Esos proyectos, no sólo deben descongestionar a un Estado incapaz de manejar actividades para las cuales no fue creado, sino que debe traer beneficio a la colectividad con mejor calidad de los servicios y un precio menor que refleje manejo competitivo. Ese es el combo que explica y puede justificar estas decisión
Se habla de estancamiento económico, pero gente sigue abarrotando almacenes y centros comerciales. ¿Hay realmente una crisis?
No estoy seguro de que se vaya a tener un fin de año con niveles de compras comparables con períodos de mayor tranquilidad económica. Siempre hay muchos “mirandas” que se pasean en esos espacios y ofrecen una impresión falsa.
Colaboración
Diario El Comercio
22 de diciembre del 2019