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Inquietudes nacionales

Sigue sin resolverse el asunto de la reforma laboral. ¿Cómo generar trabajo para quienes no tienen empleo sin afectar la estabilidad de los trabajadores? ¿Hay un punto medio?


Es una reforma delicada que amerita una amplia discusión para llegar a un consenso, mantenerla vigente durante un buen lapso a fin de comprobar sus virtualidades, poner a prueba sus incentivos y conseguir la enmienda de aquellos instrumentos que son un óbice para la promoción de empleo digno, adecuado, formal.


Luego de un poco más de 80 años de aplicación de la rígida normativa contenida en el actual Código de Trabajo, no hay duda que sus postulados no ofrecen, como tampoco lo hicieron antes, los resultados con los cuales se construyó este pilar de la política económica y social.


Aún más, no sólo que reflejan lo dicho sino que el mundo moderno se construye con nuevos paradigmas que requieren de una adecuada comprensión, a fin de evitar que su omisión se convierta en la razón para la pérdida (otra más) de oportunidades de bienestar de los trabajadores ecuatorianos. Algo parecido a lo que ocurrió en los países líderes en tiempo del mercantilismo que no visionaron los efectos de la revolución industrial.


Aceptado lo dicho, que se respalda precisamente en los datos que contienen las estadísticas laborales y no en suposiciones o declaraciones ilusas, lo que corresponde es precisamente encontrar variantes al diseño de los derechos construidos a lo largo de este extenso período para hacerlos compatibles con esta nueva realidad, en la cual la estabilidad no está amenazada por la normativa sino por la existencia de un sistema cuya velocidad de cambio por la irrupción de las innovaciones tecnológicas ha puesto en jaque no sólo este concepto -que para muchos ya no existe- sino que también es una amenaza a la continuidad de las empresas, de los productos.


El mundo de hoy en el campo laboral ya no es homogéneo, es diverso, es especializado; ya no es estable, es móvil; ya no es básico, es de preparación, que en definitiva son la esencia de esta cuarta revolución industrial: tecnológica-del conocimiento. Y, a esta incursión violenta, incontenible es a la cual se requiere preparar al país para que pueda aprovecharla.


Por lo tanto, plantear el dilema estabilidad o flexibilidad es partir de una base falsa. Hoy, con flexibilidad se defiende al trabajador en este mundo cambiante. Creer que la estabilidad es inmutable es desconocer las reglas de juego de la economía moderna. Antes, se pensaba que la consecución de un trabajo aseguraba una larga vida laboral. Hoy, eso no es posible ni está en el radar de las nuevas generaciones.


De ahí que las reformas, pocas, precisas e indispensables, deben dejar a los trabajadores actuales con sus reglas de juego intocadas, salvo que voluntariamente deseen pasarse al nuevo esquema, que debería servir para las nuevas contrataciones laborales.


¿Qué opina de la nueva colocación de bonos y su tasa de interés? ¿Se puede re perfilar la deuda contraída con China?


Es una buena negociación. Alivia el perfil de pagos de la deuda externa, especialmente los vencimientos acumulados del primer trimestre del 2020. Los términos financieros son mejores pero no los que quisiéramos conseguir. Ciertamente, esta dilatoria de pagos de capital ocasiona cargos por intereses, pero es el costo de cualquier refinanciamiento. En términos de perspectiva, la transacción dejó un buen sabor en el mercado. Existió una sobre demanda de bonos, pero no todas cubrían las expectativas del ejecutivo. Ahora, hay que tener presente que el gobierno debe seguir con el programa económico: cumplir sus metas para asegurar mejores condiciones en operaciones futuras, compatibles con la capacidad de pago.


¿La negociación con Petrotailandia puede o debe evitar la entrega anticipada de crudo?


Ignoro si existe esta negociación. Sólo se sabe de ella por los datos publicados en la prensa. En cualquier caso, los aparentes términos conocidos no son consistentes con el contenido del convenio con el FMI, puesto que limita operaciones de endeudamiento adicionales a las contempladas en ese plan y, peor con esas garantías.


¿Cómo debe enfocarse una política minera amable con el ambiente y que produzca recursos? ¿Qué hacer con las consultas mineras que trata la Corte Constitucional?


Una de las pocas actividades que ofrecen perspectiva de valor (me refiero al monto de inversión y producción potencial) para el futuro del país es la minería. El país nunca la tuvo en su radar. Se creía que carecía de reservorios y estuvo relegada de las prioridades nacionales. Le llega en momentos en los cuales son muy escasas las opciones que pueden ofrecer un efecto cuantitativo que ayude de manera relevante a corregir los profundos desbalances y falta de recursos. Posiblemente el turismo puede llegar a ser algo parecido.


Ahora bien, el cuidado ambiental debe tener un sitio preferente en las condicionalidades de explotación de minerales. El Estado, las entidades internacionales, los observatorios, las comunidades deben trabajar de forma conjunta con las empresas, a quienes les debe interesar estas relaciones, para conseguir ese resultado “amable” con la naturaleza. Hay cómo hacerlo. La tecnología moderna tiene múltiples formas de conseguirlo.


Finalmente, en términos de consulta, hay dos elementos que me parecen importantes tenerlos presentes: la oportunidad y la representatividad. No puede introducirse una consulta posterior a la existencia de un contrato o hacerla en un ámbito reducido cuando se trata de un bien que pertenece a todos los ecuatorianos.


Colaboración Editorial

DIARIO EL COMERCIO

22 de junio 2019

 
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