Inquietudes nacionales
Desde su punto de vista, ¿cuál debe ser el contenido de una reforma nueva para incentivar la producción?
No puedo darle una respuesta precisa. Prefiero hacerlo de manera conceptual porque de ahí se puede extraer las líneas generales de lo que podría ser esta reforma. Obviamente, el interrogante cae en el mundo político para saber si esto es viable.
Existe consenso técnico sobre la pérdida de principios y descomposición de la política tributaria. Los pilares fundamentales de generalidad, progresividad, equitatividad fueron avasallados con las múltiples reformas y nuevos impuestos introducidos a lo largo de la última década. Se buscó perseguir, saldar cuentas políticas, recaudar a como de lugar. Por eso, hoy la política tributaria es una colcha de retazos. Piensen, por ejemplo en la obligación de depositar el 10% de una glosa infundada, que por el monto se convierte en una valla inalcanzable para defender el legítimo derecho al reclamo y acaba con la empresa.
Cuando alguien se pregunta que busca el gobierno con el sistema tributario en términos de mensaje hacia los agentes económicos e incluso sociales para la toma de decisiones de inversión y sostenimiento de las fuentes de empleo, la respuesta no encuentra una señal clara; incluso, ni siquiera, dentro de ese horizonte neblinoso es posible tener certeza de la sostenibilidad de esa debilidad.
Es un marco legal que por sus imprecisiones tiene remiendos conceptuales, por supuesto contradictorios a nivel reglamentario e incluso administrativo, con lo cual a más de la estructura disfuncional se configura una administración con elevado nivel de discrecionalidad.
Entonces, si todo esto es cierto, que es muy fácil comprobarlo, la tarea es llevar adelante modificaciones que limpien el sistema, lo vuelvan entendible, sea sencillo, preciso, sin tratamientos excepcionales, como privilegio de algunos o castigo de otros. Con esto en mente y pensando en la contribución razonable de los agentes económicos me parece que el objetivo debería ser la consecución de una distribución más equitativa de la carga tributaria, eliminando excepciones o deducciones generosas.
Menos variedad de impuestos. Pocos (los necesarios) pero precisos, que eviten prácticas evasivas o formas de distorsionar resultados. En ese sentido, todo lo construido a lo largo de la vida del SRI como sistema informativo debe cuidarse, perfeccionarse al punto de llevar al control tributario al plano de la casi absoluta automatización para erradicar dos lacras: la discrecionalidad, pública y privada que buscan o extraer lo que no corresponde o esconder rentas; y, por otro lado cerrar puertas a la negociación inmoral de un diferendo.
Con estos elementos, las alternativas de reforma tienen un amplio espectro de opciones pero con el objetivo central de dar a las rentas, personales o empresariales, un trato de equidad y una forma de calcularla estable, precisa
¿Cómo se puede mejorar la recaudación de impuestos?
En los últimos tiempos, los gobiernos utilizaron la multiplicación de los impuestos indirectos como mecanismo de recaudación inmediata y amplia. Y consiguieron lo que buscaban. Las investigaciones realizadas sobre la optimización de la política tributaria demuestran que ese es el mejor camino para reducir la evasión y obtener resultados confiables en la programación fiscal.
Obviamente, hay muchas ocasiones que no es posible hacerlo de manera total; siempre existirá un componente de impuestos vinculados con la generación de renta, de tal manera que ese desbalance a favor de los indirectos es posible tenerlo calculándolo de una forma prioritaria; pues, para fines de redistribución o mejoramiento de la equidad ha quedado mucho más claro, que se consigue con mayor eficacia mediante una política muy selecta y dirigida de gasto público antes que por la vía contributiva.
Cuando la tributación directa castiga de forma desproporcionada a la renta del capital o a la personal, se pierde el incentivo de la inversión, se daña la demanda de mano de obra, se puede incluso promover la salida de recursos humanos capacitados poniendo una barrera a la mejora de la productividad con el consecuente impacto en la capacidad de crecimiento.
También, el exceso en la tributación indirecta crea márgenes atractivos de elusión, desestimula el consumo, por lo cual vistos estos límites, la combinación de estas dos formas de efecto no deseado de la tributación, deben contemplar la fijación del tamaño del Estado, su eficiencia y responsabilidades, compatibles con la carga tolerable, pues el sacrificio es evidente.
¿Cómo generar consensos para una flexibilización laboral y afrontar el tema con los sindicatos?
Tengo la impresión que los sindicatos y sus organizaciones están conscientes de la seria limitación de la legislación actual con la generación de una demanda conveniente de mano de obra. No pueden ser cómplices del mantenimiento de las contrataciones precarias que ahora son casi la mitad del mercado laboral.
Los jóvenes y quienes no encuentran el trabajo adecuado sólo podrán tener una oportunidad si se consigue balancear los derechos con sistemas flexibles de contratación que acerquen a la inversión y el empleo, volviéndolas viables en un plano de sociedad compartida, que sólo por esa vía se puede cristalizar.
¿Luego del pronunciamiento popular de Quimsacocha, vendrán otras inversiones mineras formales al país?
Por la vía de las exclusiones es muy difícil transitar en la construcción de un futuro compartido. Si siempre tenemos una visión radical sobre algo o alguna cosa y no hay cabida para una solución que remedie los daños pero mantenga la actividad, el espectro de desarrollo será limitado.
Colaboración
Diario El Comercial
Marzo 30 del 2019