Inquietudes nacionales
¿Qué comentarios tiene sobre el nuevo crédito que, anunció el Presidente, se contrataría con China por USD 1 000 millones a 20 años plazo y 2% de interés?
Más allá de la declaración oficial y la posterior precisión de que el desembolso se lo realizaría durante el mandato del nuevo gobierno, no existen los detalles de sus condicionamientos. Esa es la costumbre impuesta por este gobierno a todo tipo de contrato. Normalmente estas operaciones, aparentemente beneficiosas y de viejo cuño llevan consigo el compromiso de la utilización de empresas nacionales, en este caso chinas o de materiales de ese origen, para su posible uso.
De otra parte, hacerlo en moneda china, trae vinculado el riesgo de cambio y, más para un lapso tan extenso. Finalmente, el destino anunciado, cual es la utilización en la reconstrucción de las areas afectadas por el terremoto, no guarda concordancia con las estimaciones de los daños y los recursos que ya fueron comprometidos para aquello.
¿Qué supone que el crédito sea solamente para tareas de reconstrucción de la zona afectada por el terremoto?
En términos teóricos, la vinculación de una facilidad crediticia a un fin específico, no tiene nada de extraordinario. Ocurre con mucha frecuencia. Es más, normalmente los créditos de los multilaterales tienen esa característica. Están atados a un destino muy definido. Tambien se lo ha hecho con otros países, de las cuales hay casos en los que se ha podido comprobar que las intenciones no eran muy benditas (algunos en investigación como las del gobierno brasileño y Odebrecht).
He aquí otro ejemplo de falta de tranparencia informativa por parte del gobierno. Concluyo preguntando: ¿Acaso no existen constructoras nacionales con capacidad para realizar estas tareas? O, pasará como en las famosas plataformas gubernamentales, en las cuales subcontrataron a nacionales y, los chinos se marginaron una discutible utilidad.
El gobierno afirma con frecuencia que el endeudamiento público no es excesivo. Que la relación con el PIB es baja y adecuada. ¿Coincide con esta afirmación?
No comparto el comentario. Esta relación es una de las tantas que se utiliza para valorar la capacidad de pago de una economía. Juegan en el análisis las tasas de interés, los plazos de pago, el destino, la proporcionalidad del servicio frente a las recaudaciones fiscales, el peso de la deuda frente a las exportaciones, la perspectiva de crecimiento, la estructura de la balanza de pagos, la confianza, el tipo de moneda de la economía. En fin un amplio portafolio de indicadores que dejan en conjunto una percepción de las fortalezas, las amenazas y debilidades del país.
Si esa relación lo diría todo, no se podría comprender cómo países tipo Japón pueden tener una deuda pública equivalente a dos veces (200% o más) el PIB y no tiene problema de pago. Aún más, a sus bonos se los demanda con tasas de interés negativas. O los EEUU, cuya deuda pública total supera el 100% del PIB y sus papeles son muy apetecidos. O, por el contrario, Grecia si tiene dificultades reales para sostenerla, a pesar de que el interés que paga es muy bajito (1%-1.5%).
La agresividad del crecimiento del endeudamiento público ecuatoriano se lo ha cubierto mediante operaciones onerosas, de mala calidad en sus condiciones de pago y con garantías privilegiadas. Ha obrado así por cuanto la confianza en la viabilidad de la economía es muy baja y, eso trae consigo costos excesivos, que deberán ser revisados dentro de un plan económico de recuperación de la economía ecuatoriana.
El endeudamiento publico con el exterior supera el 150% de la exportaciones totales. Su servicio sobrepasa el 5% del PIB y, en términos totales (con la deuda interna), dentro de las cuentas fiscales (8% del PIB) rebasa de largo a los recursos destinados a cubrir las finalidades sociales. Estos indicadores, tomados como muestra, demuestran la complejidad del problema creado para sostener una aparente estabilidad. A eso añadan el hecho singular de que el financiamiento de la economía depende del flujo neto de dólares, ahora en dificultades adicionales por el hueco anual creado por la caída de precios de las exportaciones, que es un problema por resolver, para recuperar el equilibrio macroeconómico perdido.
Finalmente, señalemos que la estrategia utilizada para llegar al nivel actual, contando bien todas las obligaciones, ha sido también a cambio de poner en riesgo a muchas instituciones nacionales, pues de ahí han salido buena parte de los recursos necesitados por el hambre fiscal.
Schlumberger reclama por pagos atrasados de más de 1 100 millones de dólares. ¿otra deuda?
Así es y no es la única. Sin duda alguna hay más casos como este que no constan dentro del listado oficial de las obligaciones pendientes de pago. Cuando esta empresa acordó con el gobierno la explotación de ciertos campos petroleros, sabía el riesgo que corría, lo cual obviamente no justifica la actitud de la parte oficial, pero si racionaliza el análisis.
¿ A qué obedecen las ofertas de créditos de consumo de bancos y tarjetas de crédito?
A la liquidez, transitoria por la cual atraviesa el sistema, que contrasta con la declinación del consumo interno producida por la sensación de inseguridad y la contracción económica, como resultado de la pérdida de recursos provenientes de las exportaciones nacionales.
Bajo ese marco real, la demanda de crédito tenía que declinar, como así ocurrió. Empresas y personas no requieren del financiamiento compatible con esa liquidez, que por otro lado no se sabe cuánto durará pues es reflejo de un parche a los desequilibrios fundamentales.
Colaboración Editorial
DIARIO EL COMERCIO
Abril 01 del 2017