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Cuentas petroleras

Son más de cuarenta años de la reincorporación del petróleo a la vida nacional y, a pesar del dilatado lapso, todavía no se esclarece de manera precisa el uso de los recursos proporcionados por su explotación.


Según las cuentas oficiales, el país produce alrededor de 190 millones de barriles al año (520 mil barriles por día), que multiplicados por un precio promedio de 95 dólares el barril, se obtiene un gran total de 18.000 millones de dólares. Bien, para efectos de este análisis, digamos que ese es el valor bruto total de la producción nacional (VBP).


El presupuesto del Estado recibió 4.500 millones en el año 2013, lo que significa que participa apenas en el 25% del VBP, cifra que se reduce a 3.060 millones, es decir al 17% en la estimación para el año que corre. ¿Dónde se queda la diferencia? El destino del remanente debe ser esclarecido ya que son fondos públicos sobre los cuales se deben rendir cuentas y, además, el monto es demasiado grande como para no tomarlo en cuenta: son más de 13.500 millones (diferencia entre el VBP y lo que recibe el presupuesto) en el año 2013 y 15.000 millones de dólares en el 2014.


El gobierno afirma que la distribución de la renta petrolera es 80% para el Estado y 20% para las compañías. Las privadas producen el 22%, es decir 4.000 millones, de los cuales se quedan con ese 20% que significa 800 millones, que ya sabemos a quién pertenece y a donde se van. Al restar este valor de los 15.000 millones que faltan por conocer su uso y destino, el saldo se reduce a 14.200 millones de dólares.


Si el país exportara toda la producción, los 18.000 millones de VBP serían el monto que aparecería en los registros de la balanza comercial. Pero como una parte lo deja para atender el mercado interno mediante la refinación, la cifra de exportaciones se reduce a 12.000 millones de dólares.


Entonces, por simple deducción aritmética (de contadores), sabemos que se quedan en el país 6.000 millones (diferencia con VBP). Si las cuentas fueran claras, deben constar en los ingresos de Petroecuador como aporte del Estado para la atención del mercado interno y la cobertura de los costos de operación. Lamentablemente, los datos disponibles de esta empresa no permiten apreciar un registro que sea consistente con estos valores.


Para fines didácticos, al deducir estos supuestos 6.000 millones de dólares del remanente, penosamente no comprobados en su uso por la escasa información disponible en la empresa estatal que debería tener balances públicos y auditados, todavía hay un monto de 8.200 millones de dólares pendientes de saber su destino final. ¿Es acaso ese el valor del subsidio sólo de combustibles? De serlo, significaría el 46% del VBP, y eso infiriendo que en los ingresos de Petroecuador no hay un dólar para este propósito.


Colaboración

Editorial Diario EL COMERCIO

12 de Febrero del 2014

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