Inquietudes nacionales
¿Cómo califica el resultado de la reunión de empresarios con el Presidente?
No debería considerárselo como un hecho extraordinario sino parte de la permanente disposición de toda la sociedad y en especial del gobierno de mantener el diálogo como el elemento central de la gestión política.
En las sociedades democráticas consolidadas, las reuniones de los representantes de las distintas organizaciones públicas, privadas, de trabajadores, sociales, culturales, políticas, con los demás es un componente cotidiano de la agenda. Nadie se admira de su ocurrencia ni espera resultados extraordinarios. Es parte de la actitud de buscar consenso para administrar el Estado y solucionar los problemas.
Sólo en épocas de crisis, como se ve con intensidad en la Europa de estos días o cuando no funcionan las instituciones, que también puede ser el mismo caso o el que motiva la pregunta, este tipo de convenciones resultan en episodios que salen de lo normal y a las cuales se les busca una explicación notable, que por supuesto la puede tener, precisamente por esas condiciones poco propensas a compartir los puntos de vista.
Dicho esto, me parece un gesto positivo del gobierno el ofrecer esta oportunidad a los sectores productivos y, los resultados se apreciarán el momento en que se visualicen las decisiones de los organismos pertinentes. Mientras tanto, son solamente expectativas.
¿Cree que las ofertas en materia tributaria se cumplan?
Uno de los más complejos problemas del país es la falta de seguridad jurídica, que se lo aprecia con mucha reiteración en el campo de las materias tributarias. Con frecuencia se producen decisiones que vulneran los principios de consistencia entre la ley y el reglamento, de no retroactividad, de generalidad, de equidad, de estabilidad.
Durante la presente gestión tributaria, todos los años se cambiaron las reglas tributarias, a las cuales con posterioridad se las ha enmendado, rectificado, interpretado. Las decisiones conocidas estos días respecto de las exenciones del ISD por giros menores a 1.000 dólares o las retenciones de impuestos por el pago de dividendos a empresas radicadas en la Florida o Delaware, confirma la línea de gestión conocida.
A lo largo de estos años las reformas, en especial las del impuesto a la renta, crearon deducciones por adquisición de alimentos, medicinas, pago de arriendos, para sostener la tesis de que con ello no se lo aumentaba. A la final, el SRI cambió las reglas pues algunos habían abusado y restringió su aplicación. Igual acaba de ocurrir con los giros y el ISD.
La mala formulación de estas reformas, advertidas e informadas, creó nuevamente incentivos perversos que fueron aprovechados por algunos contribuyentes. Estos dos ejemplos grafican las distorsiones de políticas que rompen el criterio de generalidad y simplicidad.
Bajo esa perspectiva, propiciar más exoneraciones o tratamientos diferenciados sólo profundiza la elusión tributaria. Obviamente ayuda a ciertas actividades o sectores pero concentra la carga tributaria en los pocos de siempre.
¿Qué expectativas tiene sobre la supervivencia del Euro frente a las crisis de Grecia y España?
Este tema sigue rondando y la razón es obvia. Todavía no se aprecia la viabilidad de los griegos y el tiempo que le tomará a España recomponer sus cuentas fiscales. Sin embargo, creo que ambos países no tienen otro camino que mantenerse dentro del acuerdo monetario y trabajar para avanzar en la conclusión de la armonización de las demás políticas económicas.
Esa es la línea de acción de los dos gobiernos y la formulada por los organismos de Bruselas. Es cierto que los daños laceran mucho a estas sociedades, pero salir implica un costo social incuantificable. Tal vez intolerable. El dilema lo conocen con bastante claridad no sólo quienes gobiernan sino las propias sociedades.
El paquidermismo institucional de los europeos no les ha permitido manejar con eficiencia y oportunidad la crisis. La han dilatado, se han contaminado actividades afectando la dinámica con la declinación de la inversión. La incertidumbre ha contribuido a la volatilidad de los mercados y el sistema financiero está entrampado entre resolver sus dificultades y buscar nuevas oportunidades.
Al tiempo que escribo esta columna, el BCE abría finalmente una línea de recompra de deuda pública en el mercado secundario, de hasta tres años plazo, sin límite pero condicionada a un plan económico de rescate que puede dañar su aplicación. El BCE instrumentará de forma simultánea un mecanismo monetario que permita esterilizar la emisión a fin de evitar el efecto inflacionario. Las primeras reacciones son positivas, pero hay que mirarla con más cuidado para ver la real dimensión de su impacto.
Mientras Europa trabaja con restricción de recursos para el manejo fiscal y no sale de la crisis, en EEUU el partido Republicano quiere implantar un esquema muy parecido y no reconoce que la flexibilidad temporal del manejo fiscal acelera la recuperación y con ella la capacidad de pago de las obligaciones.
¿Después de lo ocurrido en el CNE, se puede confiar en los sistemas informáticos del país, y que ocurre en los casos de empresas, bancos, etc.?
Hasta donde conozco, los sistemas informáticos privados mantienen altos estándares de seguridad y confiabilidad. Con mucha frecuencia se los actualiza y somete a pruebas de consistencia. Incluso se los supeditan a evaluaciones externas que otorgan calificaciones sobre las seguridades incorporadas, medidas bajos parámetros internacionales.
En este campo las alertas son permanentes pues los ladrones informáticos, conocidos como hackers, siempre están explorando la forma de apropiarse de lo ajeno. Llámese información o dinero. Y por ello, los sistemas deben estar siempre en disposición de incorporar lo último que exista en tecnología para proteger los derechos de todos.
Ahora bien, a los sistemas lo manejan seres humanos y si ellos no son idóneos o carecen de moral, la posibilidad de que se los use para obtener beneficios ilícitos dependerá de los controles que se hayan establecido para conjurarlos. La inexistencia de estos mecanismos abre las puertas a cualquier acción.
¿Será malo el sistema del CNE? O acaso se lo utilizó indebidamente. De cualquier manera su confiabilidad quedó despedazada.
DESTACADO
Propiciar más exoneraciones tributarias o tratamientos diferenciados profundiza la posibilidad de elusión tributaria.
Colaboración
Diario El Comercio
8 Septiembre del 2012