Reaparece otra amenaza
Silenciosamente avanza y pocos le ponen atención. Nadie toma en cuenta los daños que trae consigo en la distribución de la renta, en el valor de los salarios, en la viabilidad de la economía, en los efectos en el empleo. Estropea muchas cosas y no ofrece nada a cambio.
La inflación resurge y está en un nivel incompatible con la dolarización. Volvió con fuerza y rompió las metas ofrecidas por el gobierno. En once meses acumula 4.4% y en términos anuales alcanzó el 5.5%, estatus no visto desde abril del 2009 cuando venía de vuelta de una joroba inflacionaria, cuyo inicio fue julio del 2007 y llegó al 10% en agosto del 2008.
Qué lejos está el país de la estabilidad vigente al inicio de este mandato. Costó varios años de esfuerzo alcanzarla. Muchos no entendieron el valor de su presencia. El mejor año sin duda fue el 2004 cuando casi desapareció. Los precios aumentaron en tan solo el 1.9%. El 2005 resurgió pero en el 2006 declinó hasta ubicarse en el 2.9%.
Desde ahí hasta la fecha nunca se la recuperó. Han sido casi cinco años de gestión en los cuales los precios han subido el 27% y, los alimentos, que son parte vital de la canasta familiar el 45 %.
Si habría la sensibilidad alemana sobre el tema, el gobierno enfrentaría una situación delicada porque los ciudadanos sabrían lo que ocasiona: pobreza e inequidad.
Algunos dirán: por qué tanta preocupación si la inflación sigue en un dígito. Por varias razones: Si los países con los cuales tenemos relaciones económicas tienen mejor estabilidad, obtienen ventaja competitiva para sus productos y empresas frente a los nuestros, y eso sin tomar en cuenta las desgravaciones producto de los acuerdos de libre comercio o las ventajas, temporales o definitivas, derivadas de devaluaciones monetarias que desaparecieron en los últimos dos años, pero retornaron en este como defensa de los efectos recesivos provenientes de algunas economías maduras. Segundo porque ello traerá aumento de salarios, pérdida de competitividad adicional encadenada al encarecimiento de producción, desestimulo al empleo. Tercero porque menos exportaciones significa mayor fragilidad externa.
China con el 5.7% está muy preocupada. Cada semana algo hace para combatirla. Sabe los daños que le causa frente a EEUU con un índice del 3.1%, la región del Euro con el 2.6%, Chile con el 3.2%, Colombia con su 3.5%, Méjico algo parecido, Perú anda por el 2%. Y estos países son nuestros mejores mercados. La estabilidad es irremplazable. Confina al peor impuesto regresivo y entierra sus secuelas perniciosas. Construye oportunidades para todos. Pero a pesar de sus incalculables beneficios, pocos la defienden. La mayoría no la comprende. El gobierno desentendido, sigue gastando.
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La inflación resurge. Está en un nivel incompatible con la dolarización. Volvió con fuerza. Rompió las metas del gobierno
Colaboración
Editorial Diario EL COMERCIO
Diciembre 8 del 2011