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Inquietudes nacionales

Si en 2006 el presupuesto fue de US$ 8.500 millones y para el 2012 se proyecta en US$ 26.109 millones, ¿eso qué significa?


Un enorme cambio de la participación del Gobierno y sus entidades en la economía nacional. En el 2006 el presupuesto inicial del Estado -que excluye municipios, consejos provinciales e IESS- representaba el 20% del PIB (41.700 millones de dólares). Para el 2012 llegará al 37% (71.625 millones). Con estos resultados es evidente el desplazamiento de las actividades privadas por las públicas. El Ecuador depende más de la gestión gubernamental.


Al incluir las cifras del gasto total del sector público no financiero (SPNF) se aprecia la agudización de la pérdida de representatividad y dinamismo de las actividades privadas. En el año 2006llegó a 9.930 millones (24% del PIB). En el 2012 se estima superior a 31.000 millones de dólares (43% del PIB).


Los países con economías maduras que hoy enfrentan crisis son aquellos en los cuales el gasto público creció de forma desproporcionada. A manera de ejemplo: el gasto público en Grecia llegó al 49% del PIB. En Portugal el 50%. España el 45%.


El presupuesto del 2012 contempla incrementos en gastos para sueldos de policías, maestros y el sector de la salud. La inversión será financiada con préstamos de China, Rusia y tal vez Brasil. Su comentario.


El Observatorio de la política Fiscal realizó un trabajo sobre estos gastos: En el año 2006, para usar el mismo período de comparación que se usó en la pregunta anterior, el SPNF gastó en sueldos 3.161 millones (7.5% del PIB) y para el 2012 llegará a 8.500 millones (12% del PIB). Los ingresos tributarios cubren las remuneraciones y dejan apenas un remanente de 1.800 millones para atender todos los demás gastos presupuestarios.


Sólo en el presupuesto programado para el 2012, los gastos corrientes a los cuales se les añade el monto de las partidas incluidas como parte de las inversiones públicas pero que en la realidad son gastos y, se incorpora una parte de las transferencias a los municipios cuya clasificación como inversión está equivocada, se puede determinar que el balance entre los ingresos corrientes (tributarios) y los egresos permanentes tiene un déficit de aproximadamente 3 850 millones de dólares.


Con esta corrección informativa se ve la ocurrencia de una política fiscal que combina la utilización de ingresos de capital (petróleo) y endeudamiento para cubrir una parte de los gastos corrientes. A esto lleva la dinámica incurrida con un gasto que desborda a la economía.


En la Constitución está prohibido el endeudamiento para cubrir obligaciones corrientes. Sólo se lo puede utilizar para proyectos de inversión, aunque dejó abierta la puerta para incluir ciertos gastos denominados sociales como parte de la inversión pública. Y esta excepción se la amplió en el Código de las Finanzas Públicas. Ahí está la coartada.


Desde el punto de vista conceptual, estas prácticas son absolutamente inconvenientes pues reducen el patrimonio público sin una compensación que ofrezca un rédito futuro mediante el cual se pague la deuda contraída o se recupere el valor utilizado del bien no renovable.


Varios sectores de empresarios piden que se debata el asunto de los impuestos que busca el gobierno. Carlos Marx dice que entrará por el Ministerio de la Ley. ¿Cómo ve el tema?


Es una obligación del parlamento y gobierno debatir el tema. Utilizar argucias o triquiñuelas legales para evadirla sólo confirma el mantenimiento de prácticas políticas constreñidas con la democracia. No se puede dejar de considerar el fondo de un tema por formalidades incumplidas. La esencia de un sistema en el cual se cultivan los derechos políticos de los ciudadanos es permitir que todos tengan la oportunidad de ofrecer sus puntos de vista.


La utilización de mecanismos simuladamente legales para coartar la polémica demuestra la debilidad de los argumentos del proyecto y sus proponentes. No hay nada más revitalizante que un amplio intercambio de ideas cuya sustentación radique en la razón y no en la fuerza, el escandalo o una artimaña.


El contenido del proyecto continúa la línea de imposición de más tributos para atender el desmesurado paso con el cual se crean más obligaciones públicas. Es también una forma velada de devaluar el tipo de cambio para un elevado porcentaje de transacciones de compras o pagos que las actividades privadas realizan con el exterior.


¿La crisis europea amenaza una contracción o una recesión, cómo afecta al Ecuador?


Es una amenaza no sólo para el país sino para la economía mundial. Ya está bastante claro que la Comunidad Europea (CE) crecerá a menos del 1% en este año y no se vislumbra un cambio en los resultados esperados para el 2012. Este promedio esconde grandes diferencias pues países como Austria, Alemania o Finlandia tendrán una tasa superior, mientras Italia, España, Portugal posiblemente se mantengan estancados.


Este panorama se sustenta en la hipótesis de una resolución ordenada de la crisis actual, del mantenimiento de políticas públicas, en especial fiscales, que mitiguen los problemas de deuda pública, estabilidad del sistema financiero y profundicen el proceso de integración con decisiones que lleven a una mayor coordinación de la política fiscal.


Todo este entorno lleva a pensar en un debilitamiento del comercio exterior pues la demanda originada en la CE se verá afectada por las decisiones de austeridad impuestas por los programas de ajuste. En ese los mercados de materias primas, energía y productos básicos pueden alterarse. Sin embargo, las opiniones mayoritarias creen que ello no tendrá mayor relevancia en tanto y en cuanto los emergentes, en especial China, India, los demás asiáticos, sigan con sus tasas de crecimiento robustas.


El famoso efecto del desacople, que ocurrió en el 2009 y evitó el contagio de la crisis a regiones con economías en pleno desarrollo pero todavía vulnerables, no se sabe si puede repetirse. Lo cierto es que ahora la lección sobre las secuelas que se derivan de decisiones políticas que desatienden los postulados de un manejo prudente y equilibrado de las economías, demuestra que no hay sociedad inmune a sus efectos. Se paga por lo mal hecho.


DESTACADO


No hay sociedad inmune a las secuelas de políticas que desatienden un manejo prudente y equilibrado de la economía.


Colaboración

Diario El Comercio

18 de noviembre del 2011

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