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Inquietudes nacionales

¿El gobierno justifica los nuevos impuestos indicando que la evasión sigue alta y la carga tributaria del país es una de las más bajas del mundo?


No dudo que en el país se evaden impuestos. Es un hecho innegable. Ese ha sido el lema del SRI con el cual ha buscado justificar las nueve reformas tributarias. Su director ha señalado en reiteradas oportunidades que este hecho y la baja carga tributaria son dos lacras de la sociedad.


Respecto a la evasión fiscal sus declaraciones señalan una reducción del 60% al 41% (no sabemos cuál es la referencia de este supuesto indicador), como consecuencia de los mejores controles fiscales y de las eliminaciones de muchas exoneraciones. Con ello, obviamente según esta fuente fiscal, las contribuciones para el funcionamiento del aparato estatal han mejorado.


Ahora bien, no se sabe la manera como calcula la evasión pues afirmaciones tan precisas sobre un mundo oscuro deben responder al conocimiento de casos específicos, actividades pertinentes y no a simples elucubraciones. Sin embargo, al mirar el número de contribuyentes empresariales para el pago del impuesto a la renta, el incremento de los últimos tres años es mínimo y la concentración de los mayores aportantes es impresionante. En el 2009 tan sólo 100 empresas pagan el 52% de este impuesto.


Si vemos los datos de las personas naturales, la situación tampoco ha variado. De toda la población económicamente activa (PEA), menos del 10% declara impuesto a la renta y casi la mitad no paga. ¿Son tan amplias las exoneraciones tributarias?


Con estos datos, el tema de la evasión, por lo menos en este tributo directo merece un análisis más profundo. Es posible que en el pago del IVA, ICE, aranceles, la realidad sea otra


Con relación a la carga tributaria nacional, el SRI señala que ha mejorado en los últimos años y ahora llega al 13.6% del PIB. El mérito de esta gestión es compartido con administraciones anteriores que crearon esta institución, pero el cálculo es parcial y no incluye los aportes obligatorios de las empresas al IESS, los aranceles y los impuestos seccionales.


Según la CEPAL, la carga tributaria del Ecuador es la cuarta más alta de América Latina y llega al 19.7%, muy distante del 13.6% calculada por el SRI. Sólo Uruguay, Brasil y Argentina tienen una superior.

En conclusión, la reforma responde a necesidades fiscales derivadas de tanto gasto y no a una realidad comparada. Sólo en este año, el monto de gasto en sueldos y salarios aumenta en el gobierno central 1.500 millones de dólares (30%).


¿Seguirá la incertidumbre marcando el comportamiento de la economía mundial en el 2012?


Posiblemente sí. Hay demasiados temas no resueltos y la gran mayoría de una dimensión que pone en interdicción la vigencia de algunos acuerdos de integración profunda. El caso más relevante es el de la Comunidad Europea (CE) cuya moneda común (Euro) enfrenta dilemas complejos. Representa a economías disímiles cuya trayectoria de manejo dentro de la comunidad no ha permitido cerrar las brechas entre ellas. Además su estructura política es compleja, cubre campos limitados y carece de instrumentos de uso común y amplio espectro.


Para esta zona el endeudamiento público y la fragilidad del sistema financiero son dos elementos de perturbación cuya solución rebasa un período de corta duración. Hay analistas que sostienen la duración de este proceso de ajuste y débil crecimiento hasta el año 2020.


Por su parte los EEUU demuestra una situación fiscal compleja cuyo desbalance no puede ser corregido si la economía debe mantener una dinámica mínima que apoye el mejoramiento de los indicadores sociales.


En ambos casos el costo derivado del desempleo es enorme y el cuestionamiento a la organización política toma cuerpo conforme transcurre el tiempo y no se avizora una solución.


Todos estos elementos conjugan un ambiente poco propenso a la inversión y con ello inadecuado para la creación de bienestar. Las presiones estallan y los desfogues, más allá de las manifestaciones políticas, terminan alterando los mercados financieros, que con sus resultados ensombrecen la perspectiva y mantienen la volatilidad.


¿Son populares los acuerdos de libre comercio?


No lo eran. Se los sometió a un debate ideológico intenso, con deformaciones conceptuales de diverso orden entre las cuales afloraron las advertencias sobre la invasión de productos que acabarían con muchas actividades nacionales. El temor a la competencia y el culto a la incapacidad eran y han sido los pilares de las posturas anti integración. En algunos cenáculos todavía hay esa visión.


El tiempo ha permitido cambiar de opinión a temerosos o cuestionadores de esta línea de desarrollo. La comunidad empresarial, que se supone es la afectada, ahora es favorable a los acuerdos de libre comercio. Allí encuentra oportunidades pues sabe que la autarquía no ofrece opciones de crecimiento. Ningún país en el mundo mejora el bienestar y lo sostiene con esa visión. Muchos trabajadores también lo entienden y los ejemplos de los beneficios cosechados por otros países que fueron visionarios e intrépidos, ayudan a la comprensión de las virtualidades propias de una política amigable con la globalización.


No se trata de un aperturismo indiscriminado pero si de una línea calculada de riesgos vinculados con la atención de necesidades en mercado externos. El Ecuador tiene una ventana de oportunidad final en estos dos años de vigencia del ATPDEA y de las ventajas o preferencias de la comunidad europea (CE).


Hasta el 2013 los productos nacionales mantendrán los beneficios que disponen de forma indefinida los países que firmaron los TLC o acuerdos comerciales con EEUU y la CE. Ese es el lapso definitivo para engarzarnos en la política económica de comercio mundial.


¿Se tiene alguna idea del presupuesto del sector público para el 2012?


El Instituto de Economía de la UDLA estima que los gastos totales pueden estar muy cerca de los 32.700 millones de dólares (48% del PIB) y los ingresos en un orden de 29.000 millones. Los gastos habrían pasado del 39% del PIB en el año 2009 al dato señalado en el párrafo anterior, con un desplazamiento de las actividades privadas en los 10 puntos porcentuales que ha crecido el Estado dentro de la economía.


DESTACADO


Según CEPAL la carga tributaria del Ecuador es la cuarta más alta de A. Latina. Llega al 19.7% del PIB. SRI dice 13.6%.



Colaboración

Diario El Comercio

4 de noviembre del 2011


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