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Inquietudes nacionales

¿Qué significa para el Comercio Exterior del Ecuador quedarse fuera de los acuerdos establecidos por Centroamérica con la Unión Europea y de los tratados de Colombia y Perú?


Perder competitividad y poner en riesgo la posibilidad de continuar exportando productos nacionales a esa comunidad económica con la consecuente pérdida de puestos de trabajo. Los países citados consiguieron ventajas económicas, especialmente de carácter tributario-arancelario para vender sus productos en ese enorme mercado europeo y esa ventaja puede ser letal para algunas actividades nacionales. Incluso hay definiciones de origen, es decir de calificación como producidas en el país, que no las tenemos y que se convierten en otro factor diferenciador que es contrario al interés nacional. Además es posible que el actual Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) Plus del cual se beneficia el país por el combate a las drogas que vence en el 2011 ya no se lo renueve, primero porque ahora lo maneja el Parlamento Europeo, segundo porque los movimientos ambientalistas han logrado incorporar normas muy duras y, tercero en razón de que muchos países tienen acuerdos comerciales con la UE, a los cuales les ha incorporado temas como los derechos humanos, compras públicas, propiedad intelectual, corrupción. El Ecuador tiene un lapso muy corto para enmendar su política.


¿Cómo debería enfocarse los acuerdos de desarrollo de los que habla el Gobierno nacional?


Con pragmatismo. Reconociendo que el aislamiento es un camino que sólo trae pérdida de bienestar y que es inevitable entablar negociaciones y llegar a acuerdos que permitan expandir la producción nacional sobre la explotación de los mercados internacionales. La vía de la integración no tiene alternativa. Hay que seguirla asumiendo y calculando riesgos porque sólo en ese tránsito hay posibilidades de crear empleos y asegurar ingresos a las familias ecuatorianas.


Me parece que el juego hay que jugarlo y la forma como le denominemos es secundaria. TLC, de desarrollo, de cooperación, de fomento, en fin como se lo quiera apodar no importa. Lo que se necesita es un poco de realismo y afán de hacer las cosas.


¿Tiene sustento la presentación de Senplades que habla de la reducción de la pobreza en el Ecuador?


Parcialmente. En razón de que omitió ciertos datos y no mencionó otros que permiten apreciar dimensión de los cambios en este indicador urbano. En los años de gestión de este gobierno la pobreza urbana homologada por el INEC se redujo en 0.9 puntos porcentuales. En diciembre del 2006 era del 25.9% y en diciembre del 2009 es del 25%. Hay una leve mejoría, pero existe. Lo complejo es explicar porque subió en el 2009 ya que en el año anterior llegó al 22.6%. Y ese dato Senplades lo omite en su análisis, pero a manera de justificación utiliza el cálculo de marzo de este año, cuya muestra no es compatible con la de los indicadores de fin año. Y ahí si incurre además en un error técnico imperdonable.


Otro comentario indispensable se refiere a la velocidad de caída de la pobreza urbana que en el año 2000 era del 53.7% se redujo al 2006 a la cifra del 25.9% ya citada. Es decir que en los años de política ortodoxa y con recursos escasos se consiguieron mejores resultados sociales que en los de este período.


¿Existen en el país cifras oficiales, suficientes confiables y oportunas?


Si claro. Hay algunas instituciones que defienden su idoneidad técnica, mientras otras libran batallas contra la intromisión de la política. Lo que si se ha producido es un retrazo en la entrega de la mayoría de los indicadores macroeconómicos.


¿Qué opinaría de la reducción de los subsidios y de un redimensionamiento del Presupuesto, Hay hasta el momento explicaciones oficiales para saber cómo se financiará el déficit fiscal?


La generalización de los subsidios ha llegado a niveles que ahora el gobierno, debido a su precaria situación fiscal, busca racionalizarlos mediante la focalización. Hay varias formas de calcularlos, pero manteniendo premisas básicas en conjunto pueden llegar al 9% del PIB, o lo que es lo mismo acercarse a los 5.000 millones de dólares. Si lo ponemos en términos presupuestarios significan el 30% del gasto total.


Los mayores usufructuarios han sido ciudadanos de los estratos medios y altos. Hay cálculos que demuestran que el 80% de este beneficio lo aprovechan estos sectores y apenas el 20% corresponde a los estratos pobres.


Su corrección responde a los principios de una política social de mercado, pero los recursos obtenidos deben ser utilizados con criterio de calidad social, buscando resolver las causas de la pobreza y no profundizando las dádivas públicas.


No se conoce de ningún redimensionamiento, como sinónimo de reducción, del presupuesto. Más bien, las noticias apuntan a un incremento que camina por la subida de salarios públicos. El gasto público total ya llega al 40% del PIB y es a todas luce desproporcionado.


El déficit global está muy cerca de los 4.000 millones de dólares, pero las necesidades de financiamiento llegan a 5.000 millones, valor parecido, por coincidencia nada más, con el monto de los subsidios. De esta suma, es posible que con la emisión de bonos, el apoyo de la CAF y el BID se consigan fondos que cubran una parte, pero hay sin duda una brecha no financiada muy grande.


Fue prudente de parte del BCE permitir que Irán deposite directamente cantidades de dinero en las cuentas de nuestro ex Instituto Emisor.


Irán no ha depositado recursos en las cuentas del BCE. Lo que existe es un convenio denominado Protocolo de Cooperación firmado el 7 de diciembre del 2008 entre el Banco de Cooperación y Exportaciones de Irán (EDBI) y el BCE, en el cual se estipula la concesión de facilidades crediticias por 40 millones de dólares por parte del EDBI para financiar importaciones de productos iraníes al Ecuador. El convenio admite que esta línea puede ampliarse a 80 millones si el gobierno nacional acepta garantizarla.


Este protocolo señala que en a futuro es posible realizar operaciones de tesorería, de cambios, apertura de cartas de crédito y otros servicios mutualmente recíprocos. Finalmente el EDBI manifiesta su disposición a abrir una oficina o sucursal en el Ecuador.


DESTACADO


Los subsidios llegan al 9% del PIB. Se acercan a 5.000 millones de dólares. Para el presupuesto son el 30% del gasto total.



Colaboración

Diario El Comercio

3 de Junio del 2010

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