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Inquietudes nacionales

En Argentina el gobierno cambió la metodología de cálculo de las cifras económicas. Aquí el Banco Central también lo hizo. ¿Hay razones para ello?


No es una regla, pero estos cambios técnicamente inexplicables suelen ocurrir cuando las instituciones responsables de hacer estas tareas no tienen autonomía e independencia política del gobierno central. Valga la ocasión para señalar que esta responsabilidad es una más de las razones que sustentan la necesidad de limitar el poder de la función ejecutiva, pues su ingerencia en este campo cercena el derecho a la información y se incentiva en la búsqueda de mecanismos que permiten esconder los magros e impresentables resultados de la gestión encomendada.


En Argentina la alteración lleva algunos años. Han modificado, entre varios indicadores los datos de inflación, cálculo del PIB y, no hay manera de entender lo que ahí pasa que confiar en las evaluaciones que realizan los centros de investigación privados, cuyas apreciaciones son aproximaciones limitadas por el control informativo.


En el Ecuador, han existido dos cambios relevantes: el primero puesto en práctica por el INEC en el 2007 y relativo a los indicadores de empleo. Se modificó el significado de trabajo formal y con ello se redujo la tasa de desempleo de manera inmediata. No se acopló esta nueva forma de cálculo con la serie histórica para apreciar la magnitud de los cambios y las razones de los nuevos resultados. El daño ocasionado a la investigación económica por la ruptura de la consistencia en los datos históricos es incuantificable además de la sospecha sobre la razonabilidad de los datos.


El segundo es el hecho por el Banco Central del Ecuador sobre el PIB petrolero y de derivados con la utilización de un sistema de valoración de la parte de la producción dedicada a la refinación y sus productos refinados, utilizando los costos “contables” y no los precios de mercado lo cual “reduce” o, esconde también podría decirse las pérdidas ocasionadas por los subsidios en la comercialización del petróleo. El BCE publicó la memoria técnica que sustenta este cambio y realizó los cálculos comparados- mediante un empate con la serie histórica- para el período entre 1993 y el 2007, dejando sin información los años 2008 y 2009, en los cuales existe dudas sobre la magnitud de las diferencias.


Las reformas al sistema contable del Banco Central y las nuevas exigencias a la banca ¿pueden poner en riesgo la estabilidad del sistema financiero o la dolarización?


Las reglas son los principios que regulan una organización, que le dan vivencia, que determinan responsabilidades y derechos. Por eso al momento de establecer un modelo económico se fijan aquellas que aseguran su consistencia y viabilidad. La historia económica está llena de fracasos dolorosos, incluso de guerras por el rompimiento de esas bases. En el caso de la dolarización una de ellas está contenida en el artículo 2 de la Ley de Régimen Monetario que asegura, garantiza se puede decir, la existencia de una conducta financiera del Banco Central del Ecuador de respeto absoluto a la forma cuidadosa con la cual va a mantener los dólares que le entregan las distintas instituciones nacionales. No puede usarlos o distraerlos en inversiones que no sean primero seguras, segundo líquidas y tercero rentables. En ese orden. Además, tiene la obligación de no compensar ninguno de los dólares que debe mantener para respaldar las monedas que emite y los que recibe como encaje del sistema financiero con los que son de propiedad del gobierno.

El Banco Central no puede financiar el déficit fiscal comprando bonos ni realizando inversiones que no sean líquidas. El papel asignado en la dolarización no es el de banco comercial ni de inversión o promotor de la producción. Es banco de depósitos a la vista que siempre debe estar listo para devolver o cubrir sus obligaciones de una forma inmediata.

En ese ambiente, los bancos nacionales que depositan el 4% de los depósitos de sus clientes en el BCE (encaje) tienen el derecho a retirar esos fondos cuando los necesiten, y como éste no emite dólares para realizar préstamos de emergencia u ocasionales, las instituciones privadas deben guardar -disponer o tener, da lo mismo- una parte de los depósitos en cuentas a la vista de otras instituciones especialmente internacionales, para usarlas en esas circunstancias excepcionales.

La reforma al artículo comentado y la nueva regulación del BCE evidentemente debilitan estos dos pilares de la dolarización. Tener más liquidez en el país de la prudencial puede llevar a una contaminación de las instituciones que no podrán recuperar sus inversiones con la rapidez y seguridad que la circunstancia puede demandar. Romper las reglas rígidas de manejo del BCE y otorgarle poderes discrecionales de inversión y uso de los dólares del país, es darle un golpe a la transparencia y seguridad de la dolarización.


¿Hasta la fecha se han presentado repercusiones por la inclusión del Ecuador en la lista del Gafi?


Las reacciones se han centrado en solicitudes de información detallada sobre las empresas y los bancos que tienen relaciones con los mercados internacionales. Se aprecia cierta tendencia, por fortuna no muy generalizada a imponer cláusulas condicionantes a las cartas de crédito de comercio exterior con recargos en los costos.


Parecería que la reunión en Lima a la cual asistieron delegados de la Procuraduría ha servido para realizar una entrega de información y el establecimiento de ciertos compromisos políticos de lucha contra las transacciones ilícitas. Esa es la línea de acción política que resuelve este delicado tema.


Causas del alza del desempleo e impacto en la economía y la calidad de vida de los ecuatorianos.


Es evidente la limitación de la política económica actual para resolver este problema. No induce a la inversión privada, la tiene coartada, mantiene relaciones precarias con los empresarios y cambia las reglas nacionales con mucha frecuencia. Ese ambiente produce inseguridad, desconfianza que retraen las decisiones de nuevos proyectos que a su vez son fuentes de más empleo. Se suma los aumentos generales y anti-técnicos de salarios, la rigidez de los contratos laborales y la expedición de normas como el Mandato 8 que produjeron despidos masivos de trabajadores.


DESTACADO

El alto desempleo es la cosecha del ambiente de inseguridad y desconfianza que genera la política económica actual.





Colaboración

Diario El Comercio

22 de Abril del 2010

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