Hay demasiados hechos
Que confirman las limitaciones e inconsistencias que tiene la actual política económica. Están claros algunos resultados que son evidencias irrefutables de aquello.
Para empezar se puede ver lo ocurrido en la producción nacional en estos tres años de gestión. El Análisis Semanal de Walter Spurrier del 6 de abril afirma: “El resultado más impactante es que el peor desempeño de los tres trienios fue el del gobierno Correa, un crecimiento anual promedio del 3.2%, frente al 6.4% en 2004-2006, y 3.8% en 2001-2003”.
Obviamente este malogro no se justifica con argumentos como la carencia de recursos que ha sido una fiel acompañante de la historia nacional, porque la realidad ha sido, para romper las declamaciones lastimeras de país explotado, exactamente la contraria: abundancia inédita de disponibilidades fiscales. Más impuestos, alto precio del petróleo, utilización de los ahorros acumulados en los fondos petroleros, las reservas internacionales, los recursos del IESS, más deuda interna, no pago de buena parte de la externa, son las fuentes de esta exuberancia
Tampoco hay cómo poner el acento en las secuelas de la crisis internacional ya que la pregunta sería: ¿en qué nos afectó?, porque las exportaciones privadas que salen del sector más sensible no sufrieron y, por ahí otros países si se las vieron negras. El problema es el futuro ya que las negociaciones comerciales directas con la UE han sido frustrantes. Lo ocurrido con el banano y las ventajas obtenidas por Colombia y Perú ponen de cuerpo entero las limitaciones de viajar sólo en esta aventura aún a sabiendas que las exportaciones están en riesgo y eso significa más puestos de trabajo en peligro.
El precio del petróleo luego de unos meses de declinación al nivel del 2005, volvió a repuntar y se mantiene por encima incluso de lo programado. Los flujos de capitales siguen restringidos pero por decisiones internas tomadas antes de la crisis.
Si ya no se puede “tercerizar” estos resultados queda como explicación el reconocer que el problema es propio del modelo en gestión cuyas acciones coartan las iniciativas privadas. Eso se ve nítido en el 2009 cuando cae la inversión nacional y declinan las actividades claves que generan empleo en el país. Y si la comparación es la trienal, con cifras de Spurrier, este gobierno solo sobresale en servicios de administración pública. En todas las demás “saca bombero”.
Algo más, el informe preparado en la FLACSO por ex colaboradores de este gobierno, que fueron los promotores del famoso Mandato 8 cuyos efectos contribuyeron a la pérdida de casi 200 000 puestos de trabajo, afirma que el talón de Aquiles del gobierno es el empleo ¡ Noticia fresca, diría un adelantado! ¡Y que esperaban que ocurra si eso se advirtió! A confesión de parte,……
DESTACADO
Las limitaciones e inconsistencias de la actual política económica se ve en sus resultados magros.
Colaboración
Editorial Diario EL COMERCIO
Abril 14 del 2010