Inquietudes nacionales
¿Qué importancia tienen los cambios en el gabinete ministerial para la economía del país?
Estos procesos políticos han servido y deben servir para enmendar rumbos, dar aliento o crear espacios de nuevos diálogos que permitan concretar alianzas, establecer acuerdos y estabilizar el trabajo del ejecutivo. Normalmente se producen en circunstancias de fuerte tensión política que impiden seguir adelante con el plan original o a la presencia de una oportunidad histórica que abre opciones que sin ser contradictorias con la línea de acción pública en aplicación, ofrece una variante que recrea expectativas y reconstruye esperanzas.
Así se explican los cambios en los equipos de cualquier gobierno, que son eso, cambios, modificaciones, que como hemos visto en esta oportunidad no ocurrieron ya que la médula de las decisiones estuvo en la rotación de los colaboradores sin la incorporación de vertientes o actores que impriman frescura conceptual y abran las opciones de diálogos creativos. Por ello mi opinión es que el ejercicio político realizado no producirá efectos reales en la gestión y dirección del ejecutivo, cuya voluntad además seguirá siendo la primigenia e impositiva.
Muchos dicen que habrá una nueva crisis de abastecimiento de electricidad. ¿Qué ocurrió con los apagones y que consecuencias tendría un nuevo episodio de estas características?
La composición de la oferta energética -generación y distribución- no puede cambiar de manera inmediata en el corto plazo. Se necesita de toda una acción concertada de largo plazo que tenga claras las metas para que ofrezca resultados tangibles y consistentes.
En la situación actual se conoce las debilidades derivadas en primer lugar por la dependencia en la generación hidráulica con una enorme concentración en la cuenca del Paute y las vertientes orientales, cuya operatividad condicionada por las circunstancias climáticas seguirá influyendo en la continuidad del abastecimiento de este servicio básico, que tiene esa característica vital por la indiscutible incidencia en todos los órdenes de la vida nacional, y en segundo lugar por la existencia de un parque térmico cuyo mantenimiento ha sido precario.
De producirse nuevos racionamientos a pesar de las ingentes inversiones hechas en la compra emergente de nuevos equipos de generación térmica en los últimos meses, los daños tendrán las mismas características conocidas y comentadas con oportunidad de los cortes enfrentados hasta hace pocas semanas.
Se han publicado las cifras del crecimiento económico. Ensaye una explicación a lo que ocurre con el PIB y compárelo con otros países del la región.
Esta es la primera vez en muchos años que América Latina no tiene o no recibe los efectos de una crisis internacional de la manera tan decidora e impactante como ocurrió en circunstancias anteriores. Además, la crisis siendo profunda y compleja en las economías maduras, pudo ser enfrentada con mecanismos y decisiones que cortaron su virulencia y duración.
Las conclusiones que se empiezan a extraer en especial para la región es de que estuvo mejor preparada, los mercados mundiales apreciaron los esfuerzos de estabilización, consolidación fiscal, solvencia derivada de la reducción de su deuda externa y liquidez sustentada en la acumulación de reservas internacionales. Sus índices sociales mejoraron y la recuperación se la aprecia en las estimaciones de crecimiento de este año que llegan al 3.4%, porcentaje inferior al promedio del quinquenio que concluyó el 2008, pero mucho mejor que la contracción del 2,3% en el 2009.
Lo dicho antes no significa que todos los países tuvieron un comportamiento homogéneo. Algunos, entre ellos Méjico enfrentaron una recesión muy complicada por los efectos que acarreó la reducción del PIB en el 6.8% debido a su intensa relación con los EEUU, mientras otros como Brasil no crecieron, al igual que Ecuador, Perú o Colombia. Los demás se manejan en un rango de caída de la producción cercana al 1% o de un crecimiento modesto.
La inflación promedio de la región fue del 5.8%, afectada de una manera muy fuerte por la venezolana cuya cifra oficial fue del 27%, mientras la Argentina, conocida por su falta de probidad, se ubicó en el 6.3%. En este sentido el resultado del Ecuador fue intermedio.
América Latina tiene 567 millones de habitantes y su población crece al 1,3% anual. El PIB llega a 4 billones (millones de millones), con lo cual el Ecuador representa el 2.5% de la población latina y el 1.4% del PIB regional. El PIB per cápita de A.L. es 7.000 dólares mientras el ecuatoriano es un poco más de la mitad: 3.800 dólares anuales, es decir el equivalente a 317 dólares mensuales.
Muchos dicen que este es un gobierno del socialismo del siglo XXI. Otros que hay una especie de neo keynesianismo. ¿Cuál es el modelo del Ecuador y que significa?
La escuela keynesiana asigna un papel promotor o corrector temporal al Estado en la definición de los principios que gobiernen a la política económica mediante la aplicación de decisiones contra cíclicas que permitan suavizar los ciclos económicos a la par que sostiene políticas promotoras de la inversión privada y el sostenimiento de los mercados competitivos como mecanismos incubadores de oportunidades de empleo y bienestar. En el keynesianismo la preocupación básica está centrada en la revitalización de la inversión privada como instrumento vital del desarrollo.
El socialismo le otorga al Estado el rol exclusivo como agente económico que toma decisiones, dirige actividades, genera empleo y recibe los beneficios del modelo. No hay actividades ni propiedad privadas. El mercado no existe.
Si buscamos coincidencias de la aplicación de la política económica actual con uno de estos dos sistemas o modelos podemos ver que no tiene muchas aproximaciones. Es un esquema híbrido, con enormes dificultades conceptuales e inconsistencias que le ocasionan dolores de cabeza en la consecución de las metas buscadas. No maneja los criterios de eficiencia, responsabilidad ni competencia. No genera incentivos a la inversión privada y por ello no resuelve los problemas sociales.
DESTACADO
El PIB per cápita de América Latina es 7.000 dólares mientras el ecuatoriano es 3.800 dólares anuales.
Colaboración
Diario El Comercio
9 de Abril del 2010