Nueva arquitectura financiera
Con este slogan, copiado de la reforma internacional que se planteó hace algunos años y ahora el G-20 la aplica, algunos países latinos sustentan la creación del Banco del Sur.
Afirman, con poco realismo que el proyecto va a reducir la dependencia de la región en los grandes centros mundiales de capitales con el argumento de que este tipo de banco multilateral resuelve el problema estructural de la insuficiencia de ahorro interno de los países en desarrollo, desconociendo el elemental principio que señala a la calidad, consistencia y perseverancia de las políticas económicas como causales de esta solución. Dos ejemplos ilustran el punto. No es lo mismo hablar de Chile, con sus enormes ahorros que le ha llevado a ser acreedor del FMI o Argentina que se comió todo y está ahorcada porque nadie le presta.
También sostienen que con este nuevo banco “ecológico” se superan las lenidades ambientales crediticias que rigen en los actuales multilaterales, ignorando que estos ya aplican estos controles desde hace muchos años y que son los gobiernos los reacios en cumplirlos.
Se dice además que este nuevo banco va a captar los recursos sólo dentro de la región y no los va a invertir fuera de ella. Brasil, uno de los patrocinadores acaba de invertir 10.000 millones en apoyo al nuevo FMI. ¿Acaso ellos, por ser accionistas del Banco del Sur van a cerrar sus mercados de capitales? ¿Venezuela va a poner sus ingentes reservas en América Latina?
Algunos creen que las decisiones no se tomarán de acuerdo al poder de voto definido por las participaciones en el capital, sino que será una institución “socialista”, donde todos valen por igual. Para quienes así piensan, sería bueno que conversen con algún representante brasileño o argentino a ver que le dicen.
Si todavía piensan algunos ingenuos que esta decisión es audaz, sería bueno que se pregunten por qué no capitalizaron la CAF que es el organismo regional que más le presta al Ecuador. “Albarda sobre albarda” es este nuevo mecanismo burocrático. Duplica costos y no tiene nada nuevo bajo el sol. Obliga al país a disponer de más recursos para aportar al capital, y si no lo manejan con mucha prudencia, otorgando créditos seguros y recuperables dentro de una política ortodoxa, nadie le pondrá un centavo como depósito para que pueda multiplicar sus créditos.
Finalmente, el BID, la CAF, el FMI tienen planes de aumento de sus capitales y eso significará nuevos aportes nacionales con sacrificios a las cuentas fiscales, a lo que se sumará lo que dicen requerirá este banquito regional, cuyo capital final después de 10 años de capitalización continua, si todo va bien, será la décima parte del actual sistema financiero privado de la región.
DESTACADO
El Banco del Sur no tiene nada nuevo. Es otro multilateral. Duplica costos y burocracia. Es “albarda sobre albarda”
Colaboración
Editorial Diario EL COMERCIO
Febrero 17 del 2010