Por donde se lo mire
La economía nacional ofrece resultados magros a pesar de los ingentes recursos públicos de los que dispone, en especial de los provenientes de las exportaciones de petróleo e incluso de las contribuciones tributarias.
Este año, al igual que el anterior, aunque en una proporción menor, el estado ecuatoriano ha recibido una aportación de ingresos impensada. Y esto ocurre a pesar de la compleja y profunda crisis internacional por la cual transita el mundo actual. Tener un precio de 60 dólares el barril y hablar de problema de financiamiento del presupuesto nacional es incomprensible. Hace poquito, es decir hasta el 2003 el país vivía con precios que bordeaban los 20 dólares y a pesar de ello había crecido. Estaba corrigiendo las inequidades sociales y buscaba ahorrar algo para los años malos. Para ser más preciso, había logrado recuperarse de la caída espectacular de 1999 y del 2000.
Ahora no le alcanza los 60 dólares y el país vuelve por la senda del vituperado endeudamiento, pero para guardar las formas no lo registra como tal, alterando el indicador pertinente.
Pues bien, a lo que vamos. El BCE publicó las cuentas nacionales del segundo trimestre de este año y la producción nacional (PIB) vuelve a caer por tercer trimestre consecutivo. Lo hace en el 0.26% según la metodología internacional que encadena los cálculos con el trimestre anterior. Sin embargo, el gobierno, cuando analizaba los datos del primer trimestre cambió la forma de evaluación ya que le servía para desvirtuar la existencia de la recesión y lo hizo comparándolo con el mismo trimestre del año anterior. Con esta argucia pudo decir, para el caso del primer trimestre que el PIB en lugar de caer en el 1.3% había crecido en el 1.2%, con lo cual concluyó que la recesión era un invento de los críticos de siempre.
Ahora resulta que si se sigue la singular manera de calcular el comportamiento de la economía que tanto defendió el gobierno y se la aplica para el segundo trimestre el 2009, la recesión es más aguda que la calculada internacionalmente, pues la caída es del 1.1% en lugar del 0.25%. ¿Bumerang. Parecerían de la oposición, verdad?
Jugando aún más con los números. Si se compara ya no cada trimestre sino el semestre, es decir sumando los dos datos del 2009 y los dos del 2008, la economía tiene 0% de crecimiento. ¡Bingo! No hay forma de sacar una cifra positiva. El problema es que la inversión está desplomándose de forma sostenida. El primer trimestre lo hizo en el 8% y en el segundo en el 2.6%.
¿Qué raro? El gobierno dice que invierte. Hay dinero público y no hay actividad productiva. Venezuela pasa los mismos apuros. Lo que sucede es que el modelo estadista no reemplaza a la actividad privada. La repele y no resuelve los problemas sociales.
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El modelo estadista no reemplaza a la actividad privada. La repele y no resuelve los problemas sociales.
Colaboración
Editorial Diario EL COMERCIO
Octubre 14 del 2009