Recesión y desempleo
Finalmente el BCE e INEC entregaron información económica y los resultados no son agradables. Son ya dos trimestres seguidos en los cuales la producción nacional cae. Es decir, los últimos tres meses del 2008 y hasta aquí los primeros tres de este año han sido malos. El PIB se reduce y lo ha hecho de una forma inobjetable.
En el primer trimestre del 2009 once ramas de actividad de las quince que conforman este indicador sufren contracción económica. Y dentro de ellas están por supuesto aquellas que demandan gran cantidad de mano de obra como es el caso de la construcción.
Pero antes de avanzar en estos comentarios puntualicemos la forma como internacionalmente se evalúan los resultados trimestrales porque algunos voceros del gobierno han expresado que la economía de inicios de este año ha crecido en el 1.2% frente a lo que produjo a inicios del 2008, mientras que al comparar los resultados del trimestre en evaluación con los correspondientes al período inmediato anterior, que es la forma estándar y mundialmente reconocida de hacerlo, los resultados son totalmente distintos. La economía cayó en el 0.25% en el último trimestre del 2008 y en el 1.69% en el primero de este año.
Por eso, la definición internacional de “recesión” está dada por la obtención de dos trimestres seguidos de caída absoluta del PIB, que ahora el Ecuador la cumple. Y esta circunstancia no es impensada. Lo advertían la mayoría de instituciones especializadas que hacen seguimiento al caso ecuatoriano, pues no veían dinamismo en las actividades privadas.
Obviamente esta información no se compadece con los últimos datos de empleo que demuestran un cierto mejoramiento en las condiciones del mercado laboral.
Se dirá que el índice de empleo cubre el segundo trimestre y que los datos del PIB son del período anterior, lo cual es cierto. Pero, si seguimos nuestro razonamiento sobre la base de indicadores indirectos como son la producción petrolera, el crédito, los depósitos, la inversión pública y privada, el mandato 8, encontramos una tónica muy similar a la de inicios de año que lleva a presagiar la existencia de otro trimestre contractivo.
Pero hay algo más que comentar sobre el empleo. Se trata de la incorporación dentro de este indicador de casi 77.000 trabajadores como “personas ocupadas que no se pueden clasificar en ocupados plenos, subempleados visibles u otras formas de subempleo, por falta de datos en los ingresos o en las horas”(!) Con esta definición horrible, se alteraron los indicadores del mercado laboral y se incluyó este 1.7% de la fuerza laboral como empleada. Es evidente entonces que la cifra oficial de desempleo del 8.3% no es la correcta. Subestima el daño social y esconde el problema.
DESTACADO
El país está en recesión. Son dos trimestres de caída del PIB y la cifra de desempleo no es la correcta.
Colaboración
Editorial Diario EL COMERCIO
Julio 22 del 2009