Propuesta peligrosa
El gobierno quiere que la banca traiga al país 1.200 millones de dólares que los mantiene invertidos en el mercado internacional. El objetivo lo sabemos de memoria: busca que se los utilice para expandir el crédito nacional. Mirado de esta forma la propuesta luce lógica. Casi impecable. Pero en el fondo es de alto riesgo para el sistema y el país. Deja al descubierto los intereses de los depositantes y pone al sistema financiero en una posición muy incómoda frente a una situación imprevista, pero posible, de sensación de peligro y pérdida de confianza.
Si aquello sucede, el Banco Central no tiene como enfrentar el problema porque no emite dólares y las instituciones financieras no podrían devolver los valores requeridos porque los utilizaron en la concesión de los créditos que les obligó el gobierno. Algunos pensarán que la utilización del Fondo de Liquidez en algo puede paliar la situación. Pero sus 400 millones sólo cubren el 3% de los depósitos y además son recursos de los propios depositantes porque el gobierno no ha puesto un centavo. Otros dirán que con la nueva AGD, o sea con la remozada agencia de seguros de depósitos que recibió 130 de los 450 millones que aportó la banca, se defendería a los pequeños depositantes. Pero el valor acumulado, en donde tampoco el gobierno ha puesto un céntimo, apenas alcanza al uno por ciento de los depósitos.
Por este camino se transita en laderas muy inclinadas con un equilibrio tan precario que se puede terminar en el fondo de una quebrada. Unos terminarán magullados, otros heridos y una buena cantidad muertos. Eso ya pasó en 1999 cuando las advertencias y los correctivos oportunos fueron desoídos.
Si el gobierno quiere reactivar el crédito debe hacerlo de otra manera. Tiene varias opciones: 1.- Sólo necesita disponer que el Ministerio de Finanzas transfiera una partida a la CFN y convertirla en el gran banco del estado. Esto lo obliga a priorizar gastos y dejar que el sector privado cuide, como dice la Constitución, de su estabilidad y la integridad de los capitales encargados al sistema financiero. 2.- Hace pocos meses anunció que traería créditos externos para esto pero no llegan, ni parece que llegarán. Si quiere puede retirar los depósitos públicos que suman algo parecido a lo que pide a la banca y transferirlos a la misma CFN. Como es dueño de esos depósitos puede hacerlo libremente. 3.- Si desea financiar proyectos incentive a los ciudadanos para que compren bonos u obligaciones que emita la CFN. Utilice el mercado para competir con los papeles privados. De esta forma los depositantes serán quienes decidan si sacan o no sus depósitos de la banca.
Estas alternativas son sanas y funcionan con riesgos manejables. La propuesta pública es peligrosa.
DESTACADO
Reducir la liquidez de la banca es peligroso. Deja al descubierto los intereses de los depositantes.
Colaboración
Editorial Diario EL COMERCIO
Junio 10 del 2009