Inquietudes nacionales
Un funcionario de gobierno dijo que la situación macroeconómica de país y el nivel de la RMI eran muy buenos. Que al estar dolarizado no se puede comparar con las reservas de otros países. ¿Es así?
Toda economía, cualquiera que sea su régimen cambiario necesita disponer de reservas internacionales. No hay excepción alguna. Es un instrumento fundamental para asegurar continuidad al funcionamiento del aparato productivo. Se las construye para atender emergencias que se presentan de forma imprevista. De ahí que los países que no disponen de moneda de curso internacional son los que más atención ponen a este indicador. Si tienen una moneda extranjera y el Banco Central no es emisor, la necesidad se mantiene y las razones son obvias. América Latina ha sufrido mucho con bajos niveles de reservas.
Precisamente por eso durante los últimos años existe un cambio notable en la mayoría de los países de la región para fortalecer sus defensas externas. Hoy son menos vulnerables y están mejor preparados para enfrentar una crisis de origen externo.
¿Qué hizo la Región? Varias cosas: redujo el peso de la deuda pública externa, acumuló reservas internacionales y ahorro interno, mantiene políticas fiscales equilibradas, controla la inflación y dispone de sistemas financieros más robustos. Es decir alcanzó un grado mayor de autonomía financiera frente a los mercados internacionales.
Por eso la política económica vigila los déficit de la balanza de pagos y la reducción de las reservas internacionales, más aún ahora con una carencia de crédito internacional. De ahí que al evaluar la solvencia externa de un país se compara las reservas internacionales frente a la suma del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos más el monto de los vencimientos de los créditos externos, públicos y privados de corto plazo.
En Ecuador, la deuda externa privada supera los 7 700 millones de dólares y el 25% es de corto plazo, a lo que se suma un déficit de la balanza de 3 000 millones, por lo cual las reservas mínimas necesarias superan los 5 000 millones de dólares que son superiores a las del BCE y están completadas por las disponibilidades líquidas propias que tiene el sistema financiero y que en conjunto sirven para atender las obligaciones externas de todo el sistema productivo nacional. ¡Por eso la liquidez de los bancos también es importante y algunos no lo entienden!
Cómo recompró el Ecuador en forma callada su deuda? ¿No se debería reflejar en la contabilidad en las cuentas públicas? Se puede saber sí ocurrió o permanecerá en el mundo de la duda.
Contratando a un intermediario internacional. El gobierno no ha desmentido esta información. El diario El Comercio informó de estas transacciones y la respuesta oficial ha sido el silencio sustentado en un decreto que impone sigilo durante 60 días mientras lleva adelante una intervención en el mercado de la deuda internacional. Ese plazo ya venció.
Los montos conocidos son de una recompra aproximada de 680 millones de dólares. Algunos hablan de una cifra superior. El IESS ha manifestado que no ha intervenido y la Casa de Valores del Banco del Pacífico aclaró que no ha comprado papeles para su grupo financiero.
El uso de fondos públicos se registra en las cuentas presupuestarias y del BCE, cuyo detalle no se conoce todavía. Las transacciones internacionales están en los registros de las instituciones financieras que intervinieron. Es difícil esconder transacciones de esta naturaleza.
El Presidente anuncia que incrementará el monto del bono para los pobres y que entregará algunos seguros como, por ejemplo, cobertura para gastos funerarios. ¿Cómo podrá financiar el Gobierno estas promesas y qué significa para el presupuesto anual?
Se profundiza una política dadivosa que no resuelve el problema de la pobreza. Se ofreció que este bono se lo vincularía con compromisos familiares de educación de los niños, de atención de salud a fin de crear mecanismos que permitan invertir en el ser humano. Como está planteado es un aumento de gasto que complica más el manejo presupuestario. Los gastos corrientes del Estado pasaron del 25% al 34% del PIB en los dos últimos años. Hay que saber el monto del incremento para calcular el impacto exacto.
¿Tiene la banca privada un doble discurso al expresar su deseo de contribuir a la estabilización y reactivación de la economía pero mantiene mecanismos rigurosos para entregar créditos?
El control de la calidad crediticia es una obligación permanente de la banca. No se lo aplica sólo en crisis. No hay que olvidar que los recursos pertenecen a los depositantes y si no se los cuida, a la vuelta de la esquina puede quebrar un banco.
El mantenimiento de políticas prudentes, celosas del interés colectivo es uno de los mecanismos para asegurar confianza y ofrecer un marco de estabilidad a la economía. La liquidez, tan atacada, es otra forma de crear confianza. Pero si los depositantes retiran sus recursos, la banca no puede mantener una política crediticia expansiva. Es una ecuación simple y muy lógica.
Por qué el Gobierno se muestra apurado por aprobar un paquete de leyes económicas antes de la nueva etapa de la Asamblea Nacional? ¿Será por la posibilidad de que no cuente con mayoría en el próximo periodo legislativo?
Primero para aprovechar la existencia de un legislativo políticamente doblegado y segundo porque el nuevo congreso tiene otra configuración y no otorga garantías políticas ilimitadas.
Ahora bien, una parte del paquete está determinado por las obligaciones establecidas para el período de transición. Dentro de ellas está la ley de soberanía alimentaria que ya fue aprobada. Otra, como el de la ley de aguas tiene un plazo de 360 días para su expedición y podría abordarla la nueva Cámara, en tanto que los proyectos relativos a la reforma de la ley de compañías, los fondos de reserva, ley de competencia, economía solidaria, código financiero, empresas públicas son normas que deben ser conocidas por la nueva legislatura. No hay razón para tratarlas al apuro y sin respeto a la nueva voluntad popular.
DESTACADO
La ampliación del bono solidario es continuación de una política dadivosa que no resuelve las causas de la pobreza.
Colaboración
Diario El Comercio
22 Mayo del 2009