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Inquietudes nacionales

¿Por qué motivo las enormes ayudas estatales del primer mundo no son suficientes para detener la caída que existe en los mercados internacionales?


Básicamente porque se perdió la confianza y ante tanta duda creada sobre la forma de enfrentar este problema por parte de los gobiernos, e incluso por las señales contradictorias que enviaron mediante los comunicados públicos y el tratamiento dado a ciertas instituciones como el caso de Lehmman Brothers, así como a los distintos proyectos de ley que buscaban precisamente resolver el tema, tal es el caso del famoso fondo de 700.000 millones de dólares, las personas y empresas inversionistas entraron en pánico buscando recuperar los capitales invertidos de forma inmediata, creándose un catarata casi incontenible de retiros de depósitos e inversiones que provocó una situación de iliquidez que fue drenando, de manera implacable y endemoniada una a una a las instituciones financieras.


Uno de los principios más importantes de política económica, que con cierta frecuencia se lo vulnera, es la oportunidad de las decisiones, su claridad y precisión o certeza. En este caso, las autoridades de los EEUU y de los países europeos no supieron resolver los dilemas que tenían frente a si, en especial aquel relativo a la necesidad de intervenir en el mercado, establecer fondos financieros de apoyo a las instituciones en problemas, determinar las pérdidas que debían asumir los accionistas de ellas, fijar las condiciones de los apoyos y transmitir a los depositantes señales de seguridad.


El segundo elemento es el llamado efecto contagio que se produce precisamente cuando los mercados dejan de funcionar de manera objetiva, se rompen las expectativas que modulan las transacciones y las personas sienten que el peligro se generaliza, ante lo cual actúan de forma preventiva y deciden liquidar sus depósitos o transferirlos a otras localidades o instituciones en las cuales se sienten más seguras. También se protegen comprando papeles muy seguros como son- aunque parezca un contrasentido por la localización del epicentro de la crisis-bonos del gobierno de los EEUU.


El tercer elemento es el conocimiento de la dimensión del problema, su diseminación, que lleva a reconocer que ya no se trata de un tema de los EEUU sino que también está afectando otros mercados. En ese sentido, Europa y Japón han tenido una semana que ha permitido reconocer las vulnerabilidades y fortalezas de sus sistemas monetarios, rompiendo viejos paradigmas y tomar decisiones conocidas en el tercer mundo.


Reconstruir la confianza es el objetivo central a conseguir, y eso no es fácil ni rápido. Toma tiempo. Requiere perseverancia, pues las pérdidas ocasionadas son demasiado grandes como para ignorarlas. Sólo en el campo financiero de EEUU, cada semana la cifra sube. Ahora se habla de 1.4 trillones -americanos- de dólares, lo que es el 10% del PIB de los EEUU.


De todo lo que estamos viendo, una vez más queda muy claro que si los gobiernos no manejan bien los recursos públicos, con prudencia, cuidando los equilibrios, regulando y supervisando con propiedad a los mercados, se incuban las crisis que explotan cuando las condiciones se vuelven insostenibles. Aquí se ve el valor real del concepto austeridad, ausente en toda esta discusión porque tanto el sector público como el privado no supieron administrarla.


¿De qué manera se podrá indagar sobre los efectos del Tungurahua y el río Pastaza en el proyecto San Francisco? La Contraloría dejó muchas dudas sobre los estudios y la fiscalización de la obra.


No estoy seguro de entender la pregunta. Pero si ella se refiere a la evaluación de los riesgos tectónicos y geológicos que existen en la zona, la mejor manera de tenerlos, si es que no se los ha hecho antes, lo cual sería una seria omisión que llamaría mucho la atención pues en la misma vertiente existe la central de Apoyan, es solicitando al equipo del Ing. Yépez de la Politécnica Nacional que los realice.


Sobre los informes técnicos de construcción, al existir una empresa fiscalizadora tiene que explicar las razones de las fallas encontradas y asumir su responsabilidad. Y la mejor forma de aclarar todo es contratando una empresa internacional, independiente, no vinculada con el constructor ni la fiscalización, para que expida un informe esclarecedor.


¿Hasta qué punto grandes proyectos de obras públicas pueden constituirse en el eje de desarrollo nacional y ubicar en un segundo plano a la inversión privada en obras estratégicas?


Las obras públicas siempre han sido importantes en el desarrollo nacional. El ferrocarril iniciado por García Moreno y concluido por Alfaro es un ejemplo. El puente sobre el rió Guayas realizado por Ponce es otra obra histórica. La presa del Paute hecha en los gobiernos de Roldós y Hurtado. Y así podemos enumerar más casos. Velasco y la construcción de carreteras es también un clásico nacional. Pero ninguna de ellas sustituyó a la inversión privada, sino que sirvió precisamente para promocionarla, para darle herramientas que le permitan multiplicarse y con ello crear oportunidades permanentes de empleo y bienestar social.


Lo obra pública es temporal. Concluye, desocupa a la gente contratada para su realización y al ponerse en operación tiene la virtualidad de resolver las necesidades que demanda la sociedad para expandir sus acciones con decisiones de inversión privada.


Ningún país del mundo sostiene su crecimiento o desarrollo sólo o fundamentalmente en la acción de inversión gubernamental. El pilar clásico e insustituible es el trabajo privado. Las decisiones de riesgo económico no las corre el gobierno sino los capitales privados, y por ello precisamente tienen derecho a un rédito. Así funciona la economía.


Por dimensión y dinamismo de los mercados, en el mediano plazo, la Unión Europea sufrirá más por la crisis internacional que los EE.UU. ¿No está fortaleciéndose el dólar de ese país?


No hay elementos objetivos para tener una apreciación certera sobre la profundidad y duración de la crisis en ambas regiones. Los lazos económicos de integración son tan intensos que se producirán efectos recíprocos.


Sobre el tipo de cambio entre el euro y el dólar, este se mantendrá dentro del rango que permita compatibilizar flujos de comercio exterior estables y permanentes. Ni a los EEUU ni a Europa les conviene tener relaciones cambiarias sostenidas en la debilidad de una de las monedas.


DESTACADOS


La Inversión pública no sustituye a la privada. Sirve como herramienta para multiplicarla y crear nuevos empleos.



Colaboración Editorial

DIARIO EL COMERCIO

Octubre 9 del 2008

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