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Neoliberalismo socialista

Con la reforma tributaria se confirma una vez más que la política económica es práctica y no dogmática. Dos ejemplos ilustran esta afirmación:


Empecemos con el cambio introducido en el sistema de retención de impuestos y el aumento efectuado en los mecanismos de cálculo de los anticipos que deben entregar -con un año de adelanto en el caso de la renta que todavía no se genera- todos los contribuyentes al gobierno, quien no acepta devoluciones ni reconoce costos financieros por los excesos entregados. Sólo permite compensaciones con impuestos futuros en los siguientes cinco años. Y, si ese exceso se vuelve a producir, lo cual es posible, estos valores que se acumulan como bola de nieve no retornan al legítimo propietario, sino que se apropia el gobierno de turno.


Pues bien, este sistema de retenciones y anticipos primero hay que usarlo con oportunidad y segundo es un invento, aunque no lo crean del famoso gurú neoliberal Milton Friedman, quien al ver que algunos norteamericanos no pagaban los impuestos que debían, sugirió y consiguió que se lo aplique. Ahora el gobierno ecuatoriano se adhiere con fiereza pero inoportunamente, pues si está buscando una reactivación económica como dice, no cabe reducir las disponibilidades financieras a las empresas y personas ya que con eso baja el nivel de las actividades en lugar de impulsarlas pues pierden capital de trabajo, necesitan más crédito con su impacto en las tasas de interés, trayendo como corolario menos empleo e inversión, mientras el gobierno dispone de recursos abundantes. Los anticipos son mecanismos de apoyo coyuntural al gobierno en períodos de baja recaudación como sustituto al aumento de impuestos o cuando la economía está en un ciclo demasiado expansivo. ¡Y ese no es el caso actual!


De otro lado, el manejo presupuestario ha sido un martirio para muchos gobiernos. Algunos han intentado seriamente corregir las distorsiones y aplicar políticas que aseguren una conducta fiscal responsable y coherente con los objetivos de bienestar de la sociedad. Otros han sido manisueltos, poco prudentes y entusiastas en dejar herencias negativas reflejadas en más endeudamiento y muchos compromisos. Sin embargo, casi todos se han quejado de la enorme cantidad de preasignaciones que apercuellan el presupuesto y vuelven tormentosa la gestión fiscal.


Enfrentar el problema se convirtió en una muralla infranqueable pues los intereses concertados alrededor de las preasignaciones siempre estaban dispuestos a jugárselas por entero con el fin de sostenerlas. Ahora, este gobierno consiguió, con el apoyo de esas mismas entidades, pasar la reforma que inició el camino de la extinción de las rentas comprometidas por diversas leyes, y con ello aplicó, aunque no lo vuelvan a creer, la receta neoliberal auspiciada por el FMI que consta en la Carta de Intención que firmó el gobierno de Gutierrez en el 2003, y a la que los que hoy apoyan la reforma le dijeron de todo. ¡Pero, así es la vida!


La diferencia es que ahora se pretende además concentrar todos los recursos fiscales en una sola cuenta, llamada Única y que nos recuerda los años setenta cuando tuvo una vida efímera precisamente porque llevó las cosas al otro extremo.


DESTACADOS


Las retenciones y anticipos de impuestos es un invento, aunque no lo crean del neoliberal M. Friedman.


Colaboración

Editorial Diario EL COMERCIO

Enero 23 del 2008

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