Inquietudes nacionales
¿Qué puede hacer un Ecuador dolarizado frente al crecimiento de las economías de Colombia y Perú, expresada en una constante apreciación de sus monedas, lo cual nos afecta cada día más?
Mantener una política económica estable, equilibrada, con normas que aseguren la existencia de un sistema económico en el cual convivan un Estado que tenga unas finanzas públicas saneadas y estructuradas con un gasto de alta prioridad social, y una organización privada eficiente.
Sobre esta base general se puede construir una organización nacional altamente competitiva que mire hacia el exterior y esté en capacidad de explotar las oportunidades que se le ofrezcan.
No existe ningún país en el mundo que hoy tenga la oportunidad de crecer y resolver sus problemas de inequidad y bienestar aislándose. Todos lo hacen compitiendo en los mercados internacionales, con políticas económicas predecibles y balanceadas. Todos saben protegerse del comercio desleal en un marco reapertura calificada.
Así se tiene que competir con los dos vecinos, y el hecho de que revalúen sus monedas en lugar de perjudicarnos nos favorece, nos amplía el margen de competitividad. Esto es una noticia buena y no mala como lo plantea la pregunta. En ese sentido, los últimos años han sido favorables a nuestros intereses pues la mayoría de monedas del mundo se han revaluado o apreciado frente al dólar.
La proforma presupuestaria del 2007 parece, a primera vista, desmesurada. ¿Se justifica un crecimiento de esa magnitud, especialmente en el rubro de gastos?
Es desmesurada e incompatible con la dolarización. No se puede sostener una posición fiscal tan expansiva sin causar daños irreparables a la organización económica. Con políticas de esta naturaleza se fraguan las crisis, que luego no falta quien la fundamenta en las inconsistencias de la economía neoliberal, cuando en la realidad son parte de una política económica irresponsable.
Un Estado dilapidador, que no tiene conciencia de sus enormes responsabilidades sociales, es propenso a este tipo de acciones. Los justificativos de las autoridades de turno siempre salen a flote en un marco de inconsistencias conceptuales increíbles, que el país las digiere sin reparar en sus inmensos daños.
El presupuesto del 2006 ya está sobredimensionado, y se lo ha incrementado rompiendo las normas de la Ley de Control del Gasto y Transparencia Fiscal. Ahora, se piensa repetir, y en condiciones todavía más graves en la pro forma del 2007 que se la anuncia cercana a los 11 mil millones de dólares, cuando, si queremos ser consistentes con los objetivos de crecimiento del 4% e inflación del 3%, no debería superar los 9 150 millones de dólares.
En otras palabras, el desorden fiscal, la falta de adhesión a la defensa de los más pobres del látigo inflacionario, podría llevar a tener un gasto “inorgánico” de algo más de 1 800 millones de dólares. Y eso es mucha plata. Significa el 4% del PIB
Las advertencias sobre los daños y las graves secuelas que ocasionan estas peligrosas políticas expansionistas han sido expuestas en múltiples ocasiones. Ojala no tengamos que lamentar en el futuro y volver a ver cómo se profundizan las inequidades por una nueva crisis. Ahí, las responsabilidades estarán perfectamente establecidas y no habrá razón para acusar a un sistema sino a los malos administradores del mismo.
El Ecuador debe guardar dinero para épocas malas. La política fiscal debe ser anticíclica y construirse sólo sobre la base de los ingresos permanentes. Los excedentes deben constituir un fondo de contingencia que le proteja al Estado y sus políticas sociales en momentos adversos.
¿Los resultados electorales legislativos en Estados Unidos afectarán realmente la posible negociación del TLC y el Atpdea?
Es conocida la opinión crítica de los demócratas con respecto a los tratados de libre comercio. Mantienen, aunque no todos pero si los que forman el ala más liberal del partido, una postura de defensa de sus trabajadores que pueden ver afectados sus puestos de trabajo por la introducción de bienes provenientes de países que tienen libre acceso negociado a través de TLCs y compiten en mejores condiciones que los elaborados por ellos. Tienen en este sentido, pero bajo condiciones de productividad y realidad diferentes, la misma postura protectiva y de enclaustramiento de aquellos que ven en los países en desarrollo el mismo peligro. No miran el beneficio del consumidor, el ahorro nacional y el valor agregado sino el potencial efecto focalizado en ciertas actividades, en las cuales posiblemente no son los más eficientes.
Por lo tanto es de esperarse que los TLCs que están en trámite para su aprobación por parte del Congreso de los EEUU tengan dificultades. Por ello, Perú está tratando de que su caso lo resuelva la actual legislatura que tiene unas pocas semanas finales de trabajo antes de dar paso a la conformación de la nueva Cámara y del Senado.
Colombia deberá esperar el nuevo ciclo político con lo cual la incertidumbre de su aprobación es mayor, aunque podría mediatizarse con el tratamiento del Plan Colombia, en el cual también se tratará de modificar las prioridades de colaboración.
Para los demócratas los ATPDEAs son un vehículo con el cual se identifican o se sienten más cómodos. Posiblemente busquen su renovación con el Grupo Andino, con otros países latinos e incluso con algunos del Caribe. Ahí puede caber alguna postergación negociada en los TLCs compensada transitoriamente hasta tener una postura final posterior, con estas concesiones unilaterales.
Si ello ocurre, es decir si esta especulación política es válida, el ganador nato es Ecuador que recuperaría una posición competitiva que estaba en riesgo por la suspensión de las negociaciones bilaterales con los EEUU.
A todo este complejo panorama de negociaciones y posibilidades se suma el resultado electoral nacional, pues las dos candidaturas tienen posturas radicalmente distintas sobre el tema y su capacidad y dirección de negociación será diferente.
¿Cuál es una solución definitiva para que el país no tenga que pagar sobreprecios a los proveedores ocasionales cada vez que hay escasez de energía eléctrica?
Invertir en proyectos hidráulicos de todas las dimensiones. Pequeños y medianos con el aporte de las empresas nacionales demandantes de energía barata, y los grandes con concesiones a inversionistas especializados en este tipo de servicios.
La estabilidad en el aprovisionamiento de energía sólo se consigue con políticas de largo plazo, que promuevan la inversión, la competencia y aseguren: rentabilidad a los promotores de los proyectos y precios razonables a los consumidores.
DESTACADOS:
Es posible una postergación negociada en los TLCs andinos compensada transitoriamente con la renovación del ATPDEA.
La pro forma del 2007 tiene un gasto “inorgánico” de algo más de 1 800 millones de dólares. Significa el 4% del PIB.
Colaboración Editorial
DIARIO EL COMERCIO
Noviembre 10 del 2006