top of page

Profeta en tierra ajena

Desde hace casi una década he sido testigo del trajinar artístico de un soñador impertinente y porfiado que, cual Quijote moderno, ha tratado de poner en escena varias exposiciones permanentes sobre lo que llama “Quito: Aventura en la Historia”, o “Ecuador, País de la Mitad”.


Esta perseverante actitud tiene el apoyo de un trabajo creativo que permite revivir de manera visual la prehistoria e historia de estas tierras, abarcando una etapa que nos lleva a lo que el autor denomina la Génesis, es decir nos retrotrae 10.000 años. Y lo hace con el arte figurativo que ha desarrollado luego de años de explorar técnicas y estudiar la evolución de las culturas autóctonas en las que mezcla personas, paisajes, flora, fauna, costumbres de la época, en fin todos los elementos que permiten ver los ambientes de cada período puesto en escena en los Dioramas, que no son otra cosa que hermosas escenografías construidas con un amor y cariño que transmiten emoción e identidad nacional, tan faltos en estos días, tal vez tiempos suene mejor, llenos de escozor y desesperanza.


Cuando hablamos de construir una Patria, así con mayúsculas, tenemos que conocer nuestra historia, valorar la forma como nuestros antepasados forjaron las simientes de su cultura, la multiplicaron y defendieron con su vida. Recordar a los intrépidos libertadores con sus gestas heroicas y volver a reconocer las etapas modernas de nuestra civilización.


Esta gran obra, en la cual han participado historiadores, guionistas, sociólogos, escritores, dibujantes, escenógrafos, recorre desde la Génesis en la etapa Paleo india, pasa por la Conquista, la Colonia, la Independencia y arriba al siglo XX, en un periplo que para el espectador constituye un peregrinaje de intensa vivencia, que lo realiza en apenas 90 minutos pero viaja milenios.


El proyecto se completa con las animaciones musicales y la narrativa que explican en detalle cada Diorama para que los visitantes salgan imbuidos de un conocimiento que conmueva su espíritu y deje una huella imborrable en su mente. Me imagino a niños visitando esta exposición, que por hoy sólo está en nuestra mente pero que alguien tendrá que cristalizarla, saliendo con una visión real, vívida de lo que es nuestro país, de donde viene y porqué hay que amarlo.


Pues bien, desde hace algunos años, el autor ha deambulado por el Ministerio de Educación tratando de conseguir el auspicio pertinente para poner a disposición del público este colosal trabajo. Lamentablemente varios ministros jugaron con su palabra y más allá de los sermones de felicitación, nada hicieron para incorporarlo al conocimiento de los ecuatorianos. Si el BCE seguiría invirtiendo en cultura sería la fuente, pero hoy algunos hasta eso le quieren quitar.


Hace meses el Alcalde de Quito demostró interés aunque su delegado, el Director del FONSAL no parece compartir el criterio de quien dirige la ciudad. Aquí se ve cómo hechos de valor singular y trascendente, que darían a la Capital un punto nuevo de regocijo cultural y turístico, no tienen respuesta.


Esta misma idea, Edgar Cevallos la presentó al Alcalde de Guayaquil desde la perspectiva de “Guayaquil en la Historia” quien apreció de inmediato el valor de la propuesta y en una decisión rauda consiguió que en Octubre de este año la inauguren, conjuntamente con la Fundación Malecón 2000 en el edificio IMAX.


Colaboración Editorial

DIARIO EL COMERCIO

Agosto 5 del 2005

bottom of page