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Inquietudes nacionales

¿Cuál será la situación eléctrica y petrolera del Ecuador luego del fracaso legislativo de la llamada Ley Topo?


La misma. No hay nada que nos lleve a cambiar de opinión. Seguiremos con los mismos problemas de ineficiencia, dispendio y corrupción. En el campo petrolero sin incentivos para la inversión poco se puede hacer pues carecemos de capital. Veamos que plantea el nuevo gobierno.


En la Asamblea del BID se concluyó que la pobreza en América Latina continua creciendo. ¿Hasta qué punto en el futuro esta situación no degenerará en una revolución?


El informe no es tan concluyente como se lo presenta en la pregunta. Es un tema no resuelto pero que tiene evoluciones diferenciadas en varios países. Por ejemplo, reconoce los esfuerzos hechos con resultados concretos en Chile y Brasil, países en los cuales hay una mejoría en los índices de pobreza y de inequidad y que son el resultado de una visión de largo plazo impuesta por los gobiernos, cuyos programas económicos han velado por los equilibrios macroeconómicos. Sin embargo, la tarea demanda un sostenimiento de políticas públicas activas y de alta calidad en el gasto para llegar a un nivel más tolerable.


En cambio, en aquellos países que no han conciliado sus políticas económicas con objetivos de largo aliento y sólo han mirado la problemática de la urgencia, los resultados son malos, pues el rompimiento de las bases en las que trabaja la economía ha conllevado una destrucción de fuentes de empleo y la disminución de la inversión, que como todos sabemos es el medio de creación de oportunidades de bienestar.


La continuidad de los programas económicos consistentes con los principios que aseguran un ambiente de estabilidad con crecimiento es un elemento vital para la lucha contra la injusticia. Cambios no sostenibles, o visiones de corte populista han conspirado con los verdaderos objetivos sociales y con ello han creado una deuda de la democracia con sus pueblos.


La inestabilidad política es un factor determinante de la pérdida de oportunidades de corrección de las inequidades. La corrupción es otro elemento frustrante de las metas sociales.


En fin, el debate propuesto por el BID lleva hacia la concientización de que el problema social tiene prioridad, y que su enfrentamiento exige perseverancia dentro de un marco que sostenga los principios que gobiernan una buena política económica en un marco de alta competitividad. Por eso Lula en Brasil, Lagos en Chile o Tabaré Vasquez en Uruguay han cuidado su plan económico y lo han potencializado con afinamientos aparentemente imperceptibles pero de gran impacto real.


¿Existe en América Latina otro país que le cueste tanto su deuda externa que incluso recibe premios y no descuentos?


Casi todos los países de América Latina tienen el problema del endeudamiento público, y la calificación de sus obligaciones o bonos depende de la percepción que tiene el mercado sobre la calidad de la política económica.


En mi columna de opinión señalé hace poco tiempo que el precio de los bonos está en directa relación con la consistencia o confianza que emana de la economía. Los precios caen cuando se aprecia dificultad de pago, y por eso la transaccionalidad de esos papeles se vuelve escasa pues los Estados no están en capacidad de aprovechar la oportunidad. En esas situaciones, el ambiente para la inversión es inadecuado y eso trae consigo pérdidas de puestos de trabajo.


El costo de la deuda, pública o privada depende de la solvencia y capacidad de pago del deudor. Los mercados discriminan en función de las historias crediticias y de eso no escapan los países. Sino vean como califican por ejemplo a Méjico, a Colombia y a Argentina. Chile ya no está entre los países que sirven para valorar los papeles de los mercados emergentes. ¡Ahora es un prestamista del FMI! El esfuerzo de 20 años da frutos, en lo social y en las relaciones financieras, con lo cual el aparente dilema entre pagar la deuda y atender las obligaciones sociales se ha hecho pedazos. ¡No existe!


¿Cómo se podrá establecer una infraestructura elemental –vial, urbana, alcantarillado, etc- para las ciudades que no son grandes como Guayaquil, Quito o Cuenca?


Estableciendo una normativa mucho mas rigurosa sobre el destino de los recursos entregados por el Estado a los organismos locales. Transparentando el gasto de esos y todos los municipios a sus colectividades e imponiendo un régimen de impuestos prediales más real y diferenciado entre los sectores pudientes y los pobres.


¿Será posible cambiar de una política económica identificada con un liberalismo riguroso a una de prioridades sociales como pretende el actual Ministro de esa cartera?


Lo peor que le puede pasar al Ecuador es perder los equilibrios macroeconómicos alcanzados. Esos son la base de cualquier programa que busque atender las necesidades de la colectividad. Nadie en el mundo actual vive con políticas desequilibradas. ¡Nadie! Entiéndase bien. Nadie tiene viabilidad ni resuelve los problemas sociales desatendiendo sus obligaciones. ¡Nadie! Ya mencioné el Caso de Chile. Brasil es otro ejemplo. Vean la pobreza de Argentina de estos tiempos y comparen con el pasado. Comparen con la forma como Uruguay resolvió su crisis y lo que hace hoy su gobierno socialista.


Las prioridades sociales no se resuelven en un ambiente de inseguridad económica pues las opciones de creación de empleo y bienestar se diluyen. Los Estados modernos no son agencias de empleo directo sino grandes promotores de oportunidades para las actividades privadas. Con su conducta ejemplar en la forma de usar los recursos públicos señalan la dirección del desarrollo.


El gasto público debe ser cualitativamente bueno. No necesariamente un aumento de gasto significa atención de necesidades insatisfechas. Sino miren simplemente lo que ha ocurrido con el Ministerio de Bienestar Social.¿Es eso un buen gasto social, o es un dispendio horroroso?


Nadie discute la prioridad de la educación en las políticas nacionales, pero lo que se necesita es mejorar su calidad y eso significa enfrentar a los grupos y problemas que la atenazan en la actualidad. ¿Con aumentos salariales se obtendrá lo que se busca?


La estructura del gasto público es caótica. El presupuesto, lo hemos dicho mil veces, es una colcha de retazos que no deja margen a la política fiscal. Eso no es ni liberalismo ni estructuralismo, sino desorden y despilfarro. La lucha por la priorización del gasto es interna con los beneficiarios actuales de las rentas públicas. Por ejemplo, las universidades reciben más que la educación primaria.¿Es eso bueno?


Las rentas ocasionales no pueden usarse en gastos o inversiones permanentes.


El índice riesgo país es una medición económica o política. ¿Cuáles son sus componentes objetivos o científicos que varían con tanta facilidad?


Es un indicador económico de mercado- no una entelequia- que recoge el precio que está dispuesto a pagar aquellos inversionistas por adquirir papeles con riesgo soberano del país. Determina por lo tanto el costo que debe enfrentar el país por adquirir nueva deuda en los mercados internacionales y con ello señala la percepción de riesgo que existe comparado con los papeles emitidos por el gobierno de los EEUU.


En definitiva sirve para indicar cual es el ambiente que existe y la forma como evalúan el comportamiento de la política económica. No existe una formula matemática, exacta sino que es producto de la evaluación general de la política económica. Mira la evolución de la balanza de pagos, la situación fiscal, el sector financiero, los sectores productivos, la conducción política, los precios y el empleo.


Un indicador de riesgo alto o con tendencia creciente cierra los mercados al país -lo estrangula- pues determina una probabilidad de no pago mayor. Eso conlleva secuelas de financiamiento a las actividades nacionales con sus impactos en producción, empleo y precios.



Colaboración Editorial

DIARIO EL COMERCIO

Abril 28 del 2005

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