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Inquietudes nacionales

Además de la consistencia de la política económica se requiere suficiente independencia de quienes la dirigen.¿Es esto aplicable en el Ecuador?


No sólo eso, sino mantener la ética en todas las decisiones. Los países pequeños como el nuestro, e incluso aquellos que tienen características históricas y geográficas similares que han logrado avanzar en el nivel de bienestar, se han asentado en una política económica transparente y general, que brinda seguridad y ofrece información a todos los miembros de la colectividad.


El desarrollo no se lo consigue gratuitamente, ni de forma automática e inmediata. Es producto del esfuerzo colectivo dirigido hacia metas comprometidas por la sociedad. Y en ese campo, los políticos tienen una responsabilidad enorme e insustituible. No hay país sin dirigentes, como no hay bienestar sin trabajo.


Luego del colapso del sistema soviético y de la economía dirigida sólo queda como opción la de mercado, a la cual hay que dotarla de un ambiente que promueva la competencia bajo parámetros de un trato equitativo para todos.


El papel del Estado en el campo económico es de un regulador activo que asegure la existencia de mercados abiertos a todos los que tengan interés de participar, y controle de forma efectiva todo tipo de monopolio o monopsonio.


Los sectores productivos y las personas tienen la obligación de contribuir al mantenimiento del Estado. En este aspecto la equidad tributaria horizontal- es decir entre los que ganan igual- debe ser un objetivo de la política económica, pues en este campo la situación nacional sigue siendo deprimente. La evasión se mantiene en niveles inadmisibles.


Para conseguir esto, y además tener un Presupuesto estructurado con orientación de cobertura de las inequidades, es indispensable que los equipos económicos respondan a una forma de pensar nacional y no de grupo. Para eso, la discusión de la política económica, que es eso, política, debe ser pública y razonada, de tal forma que se desvelen sus fortalezas y consistencias y, se aprecien sus debilidades.

A los actos corruptos se les combate con información. Por eso la transparencia, palabrita tan utilizada, es un objetivo de fondo de las colectividades que buscan su propio destino.


Sólo los anquilosados siguen pensando que hay alternativas distintas a la de una economía de mercado. Con el avance tecnológico, nadie en el mundo puede encapsularse.


La globalización sigue siendo un tema de debate.¿Será posible superarla?


Y lo seguirá siendo mientras se debatan principios en los cuales los estados defienden intereses de sus grupos con poder político y económico. La globalización es un reto para todas las sociedades pues impone, por lo menos en el papel, un régimen de apertura que choca con las barreras construidas durante una larga etapa de proteccionismo. Se juegan intereses no sólo económicos sino sociales, como la libre movilidad de las personas.


Precisamente por estas realidades, diferenciadas además por los distintos grados de bienestar entre países, se producen enfrentamientos duros entre los grupos que defienden sus privilegios y aquellos temerosos de que en los procesos de negociación de las aperturas sean avasallados por los desbalances del poder político.


Desde una óptica de países emergentes, la globalización tiene riesgos evidentes si no se la enfrenta con objetividad y bajo un plan económico previamente evaluado y concebido. La globalización no es abrirse por abrirse, sino hacerlo de una forma calculada, recíproca y bien balanceada. Un ejemplo patético de esta postura es la negociación agrícola entre los EEUU y la Comunidad Europea que condiciona a los acuerdos con el resto del mundo. ¡Ahí hay que saber conducirse! Para eso es indispensable contar con una estrategia en la cual se valore lo que es posible ceder y lo que constituye una condición no negociable.


Es indiscutible que la globalización ofrece potencialidades por la incorporación de nuevos jugadores a los mercados mundiales. Miren lo que está haciendo China con su programa económico y la incorporación a la OMC.


Más producción implica, con sus variaciones, mas empleo. Y esta es la ecuación que explota el comercio internacional. Y a eso tienen que apuntar los países emergentes, a pescar un pedazo de esa torta.


Otro resultado, no exclusivo pero aparente de la globalización es la caída mundial de la inflación. Las políticas económicas han tenido que concentrarse mas en programas equilibrados de lo que lo hacían cuando sus países tenían fronteras económicas con alta protección. La inflación del mundo es ahora del 4%, a la que le acompaña un crecimiento superior en los países que salieron del sistema centralizado y de los de Asia que vuelven a mostrar una expansión sostenida.


¿Cuál es la razón técnica de que exista una nueva tasa referencial para las operaciones bancarias si los fundamentos de la economía no han cambiado?


No existe ninguna modificación conceptual. Se trata, como ocurre en todos los mercados financieros del mundo, de la tasa para las empresas que tienen una estructura económica sólida y una presencia importante en el mercado. Son operaciones hechas a clientes de bajo riesgo, que cuentan con un historial estupendo y disponen de productos nobles para el consumo o la inversión.


Las variaciones de esta tasa, diaria o semanal, responde a las condiciones de oferta y demanda de crédito. En circunstancias de alta liquidez y bajo un sistema económico estable, la tasa tiende naturalmente a la baja. Obviamente, acontecimientos que alteren esta situación afectan la trayectoria.


Con la tasa de interés pasa lo mismo que con los otros productos: el precio de venta de un proveedor a un supermercado no es el mismo que a una tienda de barrio. Las diferencias están dadas por hechos evidentes.


¿Hasta qué punto puede afectar el lamentable desorden en el que ha incurrido el régimen, en la inversión petrolera?


Es inentendible lo que está ocurriendo en este sector. El gobierno, luego de más de un año de ejercicio reconoce que debe cambiar por tercera vez a la cúpula de Petroecuador, y ahora para asegurar la idoneidad de los nuevos ejecutivos lo van a seleccionar a través de “tribunales sin rostro”. ¡Por Dios, nos toman del pelo!


¿Y el responsable de estos errores en donde está? A lo que debemos sumar los cambios, tardíos y no poco inocentes, de las bases de la licitación petrolera. ¡Así no se tratan los temas nacionales! Merecen respeto.


Con esto a quien se quiere favorecer, pues habrán empresas beneficiadas, otras afectadas y el Estado sin un defensor objetivo de su interés. Precisamente este tipo de alteraciones rompe las bases de la seguridad que todos pregonamos. El país sigue dando señales de una actitud voluble.


¿Es definitiva la decisión gubernamental de que la administración de las empresas eléctricas sea extranjera?


Difícil contestar por la serie de contramarchas dadas en este tema. Ahora se habla de administradores externos contratados a través de un concurso dirigido por un banco de inversión internacional. El tiempo nos dirá si esto se concreta. Por el momento nos sumamos a la pléyade de tomasinos.


Colaboración Editorial

DIARIO EL COMERCIO

Marzo 5 del 2004

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