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Mejora el horizonte

La inflación de junio volvió a colocar la meta del programa económico en un rango de cumplimiento posible. Los nubarrones que se vislumbraban en los primeros meses del año por los resultados del ajuste económico, han dado paso a un ambiente más optimista. El tiempo y la perseverancia de las metas fiscales han sido factores vitales en la conducta de los precios, cuya caída del 0.21% ajusta la tendencia en la dirección que exige la dolarización. Sin embargo, todavía son reacios los comportamientos de los precios de los servicios públicos que tienen una variación anual del 26.6%, de la educación con un increíble 23.4% y el transporte con el 15.4%. ¡Aquí es dónde están los problemas!


Indiscutiblemente son meritorios los avances alcanzados en la lucha contra la inflación. Por fin, luego de más de tres años de implantación del modelo, el país se acerca a un comportamiento de precios consistente. ¡Cuánto tiempo valioso se perdió por falta de visión económica!. Pero, todavía falta un tramo duro de roer al que hay que vencerlo con perseverancia. Le toca al gobierno sostener su plan fiscal sin doblegaciones y no caer en decisiones políticas que retuerzan la consistencia del plan en ejecución, como ocurrió en la mayoría de los programas anteriores.


La balanza comercial también ofrece resultados más positivos. Su déficit de los primeros cinco meses es equivalente al 47% del correlativo al 2002. Las exportaciones han crecido en el 13.6% mientras, las importaciones por fin se estancaron. El petróleo juega un papel importante en este resultado con un aumento del 31%, al que se suma el incremento del 4% de los demás productos.


Banano, cacao y sus elaborados, café y sus industrializados, jugos y conservas de frutas, harina de pescado, prendas de vestir, químicos, vehículos, otros productos del mar son los representantes de las exportaciones con resultados positivos. Flores, camarón, enlatados de pescado y otros industrializados luchan por mantener sus ventas. Los demás tienen resultados negativos.


En las importaciones sólo los combustibles crecen fuertes, mientras los bienes de consumo apenas aumentan algo, se mantienen las materias primas y declinan los bienes de capital,


Con estos resultados es posible estimar una significativa reducción del déficit en la cuenta corriente a un rango tolerable en el 2003, posiblemente del orden del 3.5% del PIB, es decir la mitad del ocurrido el 2002, con lo cual el resultado global de las relaciones internacionales sería favorable para el país.


Eso se ve en el comportamiento de los depósitos del sistema financiero que han crecido en 300 millones en los cinco primeros meses del año, lo que significa un aumento del 13% anual.


El sector fiscal, de su parte tiene que seguir en la línea de cuidar sus equilibrios, consolidando el objetivo de un superávit primario del 5.2% del PIB. En donde se ve el costo del ajuste es en la declinación del crecimiento que según cifras del BCE fue en términos anuales del 2.4% en el primer trimestre del año. Aquí se siente los cambios fiscales y eso a dado lugar a comentarios que como es usual en nuestro país tienden al pesimismo. Sin embargo, los datos expuestos permiten concluir que los indicadores básicos del país mejoran y eso debería impulsar las reformas pendientes, especialmente en las empresas públicas y los hidrocarburos.


Colaboración Editorial

DIARIO EL COMERCIO

Julio 2 del 2003

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