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De todo un poco

La inflación de Junio pasó desapercibida. Nadie le puso atención. Otros temas conquistaron el interés nacional. Su resultado es desilusionante para el objetivo de reducirla a un dígito anual a fines de este año. Incluso el Director del INEC ya lo anticipó, cambiando su criterio en pocos días. Lo malo del 0.39% es que casi la mitad lo explican los aumentos del costo del Agua (18.7% de aumento mensual) y los Alquileres (4.9%). En el primer caso el precio lo fijan las empresas municipales y con el segundo producto forman parte de los bienes que no tienen competencia internacional (no transables). Con esto nos alejamos de la meta internacional compatible con la dolarización.


Los precios en Estados Unidos aumentan el 1.7% anual en un ambiente de pérdida de credibilidad enorme. Más de 1000 empresas han revisado sus ganancias y reescrito sus balances desde 1997. Increíble. Las acusaciones llegaron a la Casablanca, En todas partes se cuecen habas. Lo que nos ayuda es la devaluación del dólar que llegó en el último mes al 4.7% frente al Yen y al 4.4% con el Euro. Sin embargo, el tipo de cambio de paridad (teórico), con base en 1994 está en 92.9, lo que señala pérdida de competitividad monetaria. El país no siente la angustia de erradicar este problema. Por lo menos el Gobierno no da señales de buscar una solución final e inmediata. Ojalá la reducción del gasto público sea una realidad, y contribuya a romper la inercia vista en este indicador.


El déficit comercial de los cinco primeros meses del 2002 llegó a 590 millones de dólares (3% del PIB). Las exportaciones han caído en casi todos los frentes. En total se reducen en el 11.8%, mientras las importaciones siguen con las velas desplegadas y crecen en el 26%. En parte las compras del OCP explican este resultado, pero el tema demanda atención preferente. El Gobierno impulsa mayor apertura. ¿Quién entiende esto?.


El Censo Agropecuario trae novedades. En el país hay 6.616 Unidades de Producción Agropecuaria (UPA) de más de 200 hectáreas de extensión que en conjunto disponen de casi 3´600.000 hectáreas, mientras en el otro extremo existen 248.400 UPAs de menos de una hectárea, que acumulan 95.800 hectáreas. El promedio de tamaño de las UPA aumentó de 13.3 hectáreas en 1974 (época de la reforma agraria) a 14.7 hectáreas en el 2000. En total en el país hay 843.000 UPAs (fincas o haciendas, según el tamaño) con 12´355.000 hectáreas.


De este universo el 68.5% tiene titulo de propiedad, el 16% se mantienen con un régimen mixto (aparcería, arrendamiento, comunero, cooperado, etc) y casi el 7% todavía no tienen titulo, lo que significa que 59.000 UPAs tienen condiciones jurídicas precarias, proclives al chantaje y abuso.


Si miramos el uso de la tierra encontramos que el 32% son bosques y montes, el 27% pastos cultivados, 9% pastos naturales, apenas el 11% son cultivos permanentes (banano, cacao, palma, café, flores, etc) y el 10% son cultivos transitorios (maíz, arroz, soya, cebada, papas, etc). ¿Cómo cambiamos esta composición para ganar competitividad?. Tan sólo el 6.8% de los productores (57.000) han recibido asistencia técnica. El 97% de las propiedades son de personas individuales y sólo el 0.6% son sociedades jurídicas. Es fácil colegir que la tarea es enorme y el reto ineludible. Pero hay horizonte. ¡Qué bueno es tener información!


Colaboración Editorial

Diario El Comercio

Julio 11 del 2002

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