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Inquietudes nacionales

¿Qué puede decir sobre el compromiso del Ecuador de intercambiar información financiera-tributaria en el marco de la OCDE a partir del 2020?


Esta importante noticia ha pasado desapercibida en los medios locales a pesar de la trascendencia que tiene para la administración tributaria. En definitiva, de lo que se trata es del cumplimiento por parte del Ecuador de todos los requisitos emanados de la OCDE dentro del Foro de Transparencia Fiscal a fin de formar parte de este sistema, integrado, según el propio documento emitido por esa organización, por más de 120 países, incluidos todos los europeos, muchos latinos, incluso algunos considerados “paraísos tributarios”.

Como se conocía con antelación, hace algunos años el país solicitó formalmente su incorporación y se sometió a un proceso de preparación que incluyó varios campos entre los cuales la transparencia, la tecnológica y la seguridad de la información tienen especial gravitación. Según esta nota, en la cual se cita al vicepresidente de la República y a la directora del SRI, para el año 2020, se habrán cumplido estos requisitos y el país estaría listo para su incorporación formal como miembro con plenos derechos.

Esto significa que, a partir de esa fecha deberá participar en el intercambio automático de un set de información financiera básica con el carácter de obligatorio y comprometerse a atender los pedidos ampliatorios que provengan de cualquiera de los otros miembros de este llamémoslo “cartel de lucha contra el fraude fiscal”

De igual manera podrá solicitar la información que esos países dispongan sobre activos de propiedad de ecuatorianos o residentes con actividad económica en el Ecuador.



¿Qué opina de la nueva colocación de bonos del Gobierno nacional?


Es una novedad. No estaba en el programa convenido con el FMI, pues se suponía que las necesidades financieras del 2019 estaban cubiertas con el plan de desembolsos comprometidos con los multilaterales que, dicho sea de paso, se lo viene cumpliendo con mucha rigurosidad. El monto conseguido por el gobierno de 2 000 millones (frente a una notable demanda de más de 4 800 millones) es alto y sólo se lo podría entender (aunque en si el hecho merece una amplia y objetiva discusión) si el destino reemplaza alguna de las fuentes de ingresos que estaban previstas en el presupuesto y que por alguna causa justificada no se lo va a poder cumplir, pues no sería aceptable que ocurra por aumento de gasto. De cualquier manera, la operación indica que el objetivo de déficit global planeado para este año (0.3% del PIB), no se lo va a cumplir y posiblemente mantenga el mismo nivel del año 2018 (1.2% del PIB).

¿Qué ingresos podrían incumplirse? Posiblemente los que corresponden al capítulo denominado “Monetización de Activos”, que se lo estimó en 1 000 millones y consideraba la cristalización de una de las concesiones de empresas o proyectos públicos en ejecución (Sopladora, CNT), que en la práctica fue manejado con poca consistencia y enormes cuestionamientos. ¿Podría existir otro objetivo? La acumulación de reservas internacionales en el Banco Central es otra alternativa dado que existe una meta a cumplirse el 30 de este mes y los datos de su evolución no están cerca de ella.


Los términos de la contratación siguen siendo onerosos. Algo han mejorado, pero la carga que ocasionarán al presupuesto limitará más las disponibilidades de caja. Queda clara una vez más la dificultad de llevar adelante la recomposición del gasto público y la consecuencia de tener un largo proceso para volver a poner a la economía en condiciones sustentables.



¿Logrará el Régimen cerrar la brecha fiscal y cumplir obligaciones hasta diciembre?


Creo que la pregunta está contestada. Tal vez sea necesario señalar que el FMI deberá reconocer esta nueva realidad y ajustar las metas para fin de año.



¿Cómo valora usted la segunda revisión técnica del FMI?


Cuantitativamente no hay observaciones. Para concluir el procedimiento de aprobación y llevar el informe a conocimiento de su directorio, el FMI está a la espera del envío de las reformas estructurales a la Asamblea Nacional.


¿Llegarán nuevos empréstitos del FMI o multilaterales?


Algunos desembolsos están programados y tan pronto el FMI apruebe el informe de la revisión del segundo trimestre, los multilaterales ejecutarán las entregas convenidas.



¿Qué supone la tardanza en enviar a la Asamblea las reformas laborales, tributarias y al Código Monetario?


No se. Seguramente dificultades de entendimiento al interior del gobierno sobre los términos de las mismas o posibles consultas con otros grupos políticos con representación en la Asamblea para convenir en los términos que podrían llevar a su aprobación. De cualquier manera, son temas difíciles. Controversiales, pero indispensables de ser enfrentados si se quiere preservar la dolarización, recuperar la competitividad y volver a generar empleo.


¿Qué expectativas para el crecimiento económico hay para el último trimestre de 2019 y para el año 2020?


No veo razones para cambiar de criterio respecto de las previsiones que han sido expuestas en anteriores columnas. Cerrar el 2019 sin recesión sería ya un buen resultado. En parte porque se mitigó y transfirió el tamaño del daño. Se logró parar el retroceso, pero todavía no existen fuerzas para recuperarse. Falta mucho esfuerzo para ver ese tiempo frente al país. El 2020 posiblemente sea un tanto más complejo especialmente porque se lo programó con un superávit fiscal del 3.2% del PIB y no parecería ser alcanzable. Los temas siguen demostrando la enorme complejidad del destrozo hecho en la economía.

Colaboración

Diario El Comercio

27 de septiembre del 2019

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