Recuperar el país
En estos tiempos revueltos por tanto hecho repudiable, pasan desapercibidas cosas o no se valoran ciertos hechos. Entre las primeros, nadie se detiene a pensar porqué se usaron recursos del Banco Central para recuperar el Oro prendado a Goldman Sachs. La verdad es que así parece que sucedió, pues ambossucesos ocurrieron de forma casi simultánea. En otras palabras, se aumentó deuda interna, que no se la cuenta para fines de los topes oficiales (por el arbitrio introducido), para pagar la externa, que si se la cuenta. Encima, dicen que en la operación se ganó dinero por el cambio del precio del oro, pero no calcula los intereses pagados. ¡No hay nada que hacer: En el Ecuador nacen nuevos conceptos financieros! Ahora, asoma otra deuda producto de la irresponsabilidad política al irrespetar contratos: 380 millones para pagar a Burlington. ¿Utilizarán otra vez al BCE?
Pocos evalúan porqué ya no existe inflación. El resultado de Enero confirma las sospechas del proceso de deflación que se encuentra en camino. Hasta aquí, el resultado es muy bueno para los trabajadores y consumidores, especialmente de la canasta familiar, a la cual se refiere este indicador. El temor es que los precios continúen ese tránsito y se produzca una caída real del valor de mercado de los bienes. Ahí, la cosa se pondrá más compleja, pues salir de la recesión tendrá esta complicación adicional. Ya ahora, muchas empresas están viviendo de sus reservas y, éstas no son infinitas.
Por otro lado, algunos se sorprendieron que en el diálogo presidencial no existieran novedades mayores. ¿No se qué esperaban? Tal vez mayor debate. Si, eso faltó. Los candidatos, de forma coincidente, decidieron casi ignorarse mutuamente. Se dedicaron a exponer sus argumentos (algunos de manera aburrida) y, en pocos casos fueron críticos de sus contertulios. Parece que influyó el resultado del anterior encuentro en el cual el ganador fue aquel que recibió los ataques de los demás.
Sin embargo, toda entrevista, dialogo, o como se lo quiera denominar, en la cual los actores políticos puedan compartir con los ciudadanos sus opiniones, expresar sus temores y comprometer sus ofertas, es un aporte a la democracia, dentro de ese ambiente pesado de restricción de la libertad de opinión y prensa determinado por la ley de comunicación. Sólo piensen en el peligro de perder más bastiones de nuestra libertad ante la amenaza que sufren Radio Visión, Democracia, Ondas Azuayas y cuantas más se encuentren en condiciones parecidas.
Esta combinación de una realidad económica cada día más frágil y una estructura política desvencijada, exige un compromiso particular. Puede ser momento de fijar raíces para recuperar el país y la democracia.
Colaboración
Editorial Diario EL COMERCIO
06 de febrero del 2017