Inquietudes nacionales julio 25
¿Qué cambios se avizora en la economía mundial tras la apertura de las embajadas de Cuba y Estados Unidos en Washington y La Habana y los acuerdos de las potencias con Irán?
Lo hemos dicho en algunas oportunidades: el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba no tiene una incidencia notable en el campo económico mundial. Posiblemente si para la isla pues abre una etapa larga de revisión del embargo, cuyo contenido, inicialmente excluyente y hasta atosigante, se ha flexibilizado con el tiempo. Permite ciertas transacciones comerciales, tránsito y de servicios; y, si bien la parte medular de su eliminación recae en el congreso norteamericano, el gobierno tiene grados de libertad para reducir su nivel de interferencia. Por eso, la normalización puede avanzar aunque demande un lapso mayor para alcanzarla a plenitud.
En ese plano, la isla seguramente volverá a contar con un flujo de turistas e inversionistas especializados, que irradiarán efectos colaterales (externalidades positivas), reanimándola de su calamitoso estado actual. Además, con seguridad y por evidente conveniencia, deberá hacer más atractivos otros sectores en los cuales tiene posibilidad de expansión y creación de comercio internacional. El proceso se puede convertir, con el tiempo, en un poderoso ejemplo, que lleve al confinamiento de la economía estatizada.
Esta normalización política puso en alerta a otros países que tienen interés en llevar adelante inversiones que contribuyan a mejorar su propia recuperación. Sin embargo, la dimensión económica de la isla es pequeña, pero ese mercado existe.
La decisión política ha sido un acierto de la administración Obama y me parece irreversible. No creo que un futuro gobierno de los EEUU pueda regresar a las condiciones del largo período de rompimiento de relaciones. Los republicanos deberían comprender que todo el entramado de las relaciones con América Latina ha mejorado notablemente con este cambio de dirección diplomática por parte de los EEUU. Ahora, hay menos resistencias políticas y Cuba deja de tener una excusa que justifique el pobre nivel económico al que le llevó este extenso período dictatorial.
El acuerdo con Irán, en cambio, es de dimensiones mundiales. Si las partes cumplen sus obligaciones, en especial el país Persa, habrá menos razones para la violencia, las amenazas y un mejor ambiente para la convivencia pacífica. La geopolítica tendrá menos incertidumbre. Creo que es otro acierto del gobierno de los EEUU.
Irán tiene un papel importante en el mundo de la energía (cuartas reservas mundiales de petróleo y primeras de gas) que puede volver a representarlo. Su mercado de más 80 millones de personas tiene atractivos indudables. Necesita acabar con las dudas existentes en varias partes, especialmente Israel, que vienen de sus incumplimientos anteriores y, demostrar un afán de formar parte de la comunidad mundial. El tiempo nos dirá si las intenciones que marcaron este acuerdo, eran producto de la buena disposición y aspiración de aniquilar este aislamiento.
¿Qué lectura le da a la cifra del empleo inadecuado que divulgó el Gobierno?
Con el reconocimiento último del gobierno del mal estado de la economía y su posible recesión en este período, uno de los damnificados es el empleo. Sin proyectos nuevos de valor en marcha, con actividades reprimidas por los cupos o las restricciones, llámense salvaguardias o selectividad crediticia, con unas finanzas públicas desfinanciadas y sin opción otra que el recorte de programas y gastos, las perspectivas de los indicadores de bienestar son magras. El desempleo está creciendo, aunque las cifras oficiales no lo dicen con claridad, pues la forma como ahora se las presenta y calcula da lugar a cuestionamientos de fondo.
Al mirar con cuidado los datos y compararlos con períodos anteriores, se nota que mas o menos dejaron de buscar empleo, por el motivo que sea, más de 800.000 personas. Es decir, salieron de la estadística y no cuentan para los efectos oficiales.
No hay duda que también la inflación ha entrado a molestar en la economía y con estos dos elementos las condiciones de vida de las población nacional tiene un deterioro evidente.
¿Cómo mira las perspectivas de crecimiento económico, inflación, etc. Habrá contracción económica este 2015 y el año 2016?
La probabilidad de que ocurra una recesión es muy alta. Ya el primer trimestre de este año tiene una caída del 0.5% frente al cuarto trimestre del 2014. No hay razón alguna, es más hay nuevos elementos, incluso de mala política económica, que han agudizado esa tendencia.
La inflación del primer semestre es un poco mayor al 3%. Su proyección para fin de año ronda el 6%. Con ese nivel, el fortalecimiento del dólar y las devaluaciones de las monedas de los países competidores, las perspectivas de las ventas al exterior (exportaciones) no lucen prometedoras. De su parte, las importaciones aparecen con signos favorables, pero en un marco económico de difícil sostenimiento.
¿Cómo cataloga el enfoque empresarial ante el nuevo escenario después de las salvaguardias y la ley de herencias. Deben replantearse los 37 puntos acordados en marzo y hasta dónde pueden llegar los acuerdos de los grandes empresarios con el Gobierno?
Así lo creo. De poco vale ver esa agenda si las decisiones fundamentales de política económica rompen la estructura en la que se basa la actividad privada. La reforma laboral, las leyes de herencia y plusvalía, el cercenamiento de recursos del IESS, la limitación de derechos a los trabajadores, en conjunto van a contravía de un entendimiento que encamine al país por la recuperación y fortalecimiento de su estructura.
Los gremios son los que representan al sector y les corresponde asumir ese papel. Para eso están.
Colaboración Editorial
DIARIO EL COMERCIO
Julio 25 del 2015