Los pequeños sacan la cara
Esta parecería ser la definición que mejor calza cuando se mira lo que ocurre por nuestros vecindarios. Y no sólo que es así sino que luce además como intrépido. ¡Increíble! De ahí que, con un poco de optimismo y algo de soberbia, se pueda señalar que las prevenciones conocidas sobre las enormes limitaciones de estos pequeñines, han entrado en invernación. Si no definitiva, por lo menos temporal.
Así, de entrada y con admiración se juzga los resultados que alcanzan estas sociedades, en muchos casos miradas por sobre el hombro, precisamente cuando las papas hierven. Es decir, cuando el mundo vuelve a poner a prueba la consistencia de las políticas económicas.
América Latina enfrenta otro ciclo con nuevas amenazas. Son los paìses compañeros de David los que aparecen como los adalides del esfuerzo y las realizaciones, en una etapa que constriñe las pretensiones de desarrollo y pone en jaque los avances de la equidad social. Mientras los socios de Goliat, con una excepción, aparecen como el lastre de la región.
Así de heterogénea está la perspectiva de los latinos del continente. Los pequeños sacando la cara en primera fila, seguidos un poco más atrás por algunos de talla mediana, en tanto alza la cabeza en tercera fila un grande para que le vean, mientras el de mayor dimensión y sus compañeros (no todos por fortuna) del Mercosur, demostrando la inutilidad de su gestión en la última fila del pelotón.
Vuelven a marcar esta diferencia los que fueron previsivos y se prepararon. Resaltan quienes propagan políticas estables, predecibles, equilibradas, abiertas. Mientras los estatistas-autárquicos, populistas-heterodoxos no encuentran la forma para desenredar lo creado. Otra vez la lección sobre la sostenibilidad de las estrategias escogidas da la razón a quienes prefirieron la prudencia y el equilibrio, en un marco propicio de economía mixta de mercado.
Por eso, Panamá crecerá este año al 6.1%, República Dominicana al 5.1%, Paraguay al 4%, Bolivia, increíble al 4.3% con su superávit fiscal. Guatemala en el 4.%. Mientras Perú se mantiene en el 3.8%, Colombia en el 3.4% y Méjico en el 3%. ¿Dónde se esconde Ecuador con el 1.9%? Frente a lo cual Brasil desentona con la pérdida del 1% de su PIB, Venezuela con la caída de más del 7% (peor que la crisis ecuatoriana de fin de siglo con su segundo año consecutivo) y Argentina con un resultado en rojo del 0.3%.
¿Cómo se explica estos diametrales resultados? Unos bien, o mejor muy bien en tiempos turbulentos y otros sudando la gota gruesa para salir con el menor daño posible. ¡Y eso sin poder asegurarlo! No hay magia ni improvisación. Sólo seguridad, sensatez y consistencia.
Colaboración
Editorial Diario EL COMERCIO
22 de mayo del 2015