Se avecina otra época
Hay cambios sutiles que anuncian la existencia de una nueva etapa de la economía mundial. Esa parecería ser la conclusión a la que lleva el análisis de los hechos que ocurren en el mundo. De a poco los mercados demuestran una modificación de su conducta. Están conmovidos y sensibles en la búsqueda de opciones que permitan acomodar las inversiones a esa nueva realidad que con dificultad se construye, pero da sus primeros indicios.
1.-Finalmente el dólar se fortalece -lo cual no será necesariamente beneficioso para el país- frente a las monedas vinculadas con economías que surgieron en las últimas décadas, han sido bien manejadas y son dependientes de las ventas de sus productos en los mercados mundiales. Este evolución se aprecia de manera especial con aquellas que construyeron una relación de cambio monetario con el comportamiento de los precios de sus “productos básicos”, entre las cuales destacan Australia, Nueva Zelandia, Brasil, Méjico, Chile, Rusia.
2.-La economía de los Estados Unidos ha reducido las compras de petróleo con la incorporación de nuevos yacimientos a la producción, en especial por la explotación de los esquistos. Esto llevó su demanda de importación energética al nivel más bajo de los últimos 20 años. Además, dispone de altos inventarios y nuevos reservorios que complementan al discernimiento de una fortaleza mayor de la economía norteamericana. El resultado directo es el debilitamiento de la canasta de monedas que valoran el petróleo, cuya secuela lleva al desliz de su precio.
3.-Además del petróleo, los metales también han visto declinar sus precios: el oro, la plata, el cobre han perdido vigor en los mercados y parecería que la tendencia puede mantenerse por lo menos en el corto plazo. El mundo demanda menos y ello tiene vinculación con la reducción del crecimiento de los países emergentes y el resurgimiento de las tasas de interés.
4.-Algo parecido, aunque no generalizado, ocurre con los productos agrícolas: La soya, el maíz, el trigo acompañan a la declinación de los otros productos. China avisa que su crecimiento no será tan robusto, da señales de debilitamiento, aunque se mantendrá en niveles altos (7.75%). Hay preocupación de una posible burbuja bancaria.
5.-Con un dólar más fuerte y la declaración del FED de estudiar la posibilidad de reducir las intervenciones monetarias en el mercado en algún momento futuro, las tasas de interés empezaron a subir. Se encarecieron las colocaciones de los papeles de los emergentes y los flujos de capitales empiezan a preferir las oportunidades ofrecidas por las economías maduras.
Si este proceso se consolida la conducta de los mercados mundiales estaría en inflexión, las tasas de interés volverán a tener vigencia y se verá quienes protegieron bien sus economías.
DESTACADO
Cambios en los mercados anuncian el inicio de una nueva etapa.
Colaboración
Editorial Diario EL COMERCIO
Junio 18 del 2013