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Inquietudes nacionales

¿Cuáles son las ventajas y riesgos de una relación financiera alternativa con Venezuela para nuestras necesidades presupuestarias y financieras?


Las condiciones financieras por las que atraviesa ese país le permite disponer de excedentes cómodos para construir toda una red de apoyos específicos a países con los cuales tiene algún grado de afinidad política, o que pueden convertirse en referentes importantes de su protagonismo latinoamericano. Ya lo hace con Cuba y algunos países del Caribe, y ahora lo ofrece a otros de América del Sur.


En ese sentido para el Ecuador, que por las declaraciones oficiales evidencia la existencia de una brecha fiscal- no precisada- que no será cubierta ni por los organismos multilaterales ni por las instituciones que estaban predispuestas ha hacerlo hasta el inicio de este gobierno, la apertura venezolana a considerar la posibilidad de adquirir papeles públicos, llámense Cetes o Bonos de deuda interna, es una opción que merece evaluarse.


Habrá que ver las condiciones de las operaciones para apreciar las ventajas económicas que puede obtener el Ecuador. Monto, plazo y tasas de interés definirán la conveniencia de la transacción y el grado de importancia que esta nueva plaza financiera tendrá en la conducción-financiamiento-de la política fiscal. Se habla de 500 millones de dólares, otros mencionan 200 millones, en fin esperemos para ver como se concreta la negociación. De cualquier manera, es una nueva opción que no existía hasta hace apenas 30 días y que, parece que empezó a esbozarse en el marco de las conversaciones del Canciller con el Presidente Chavez. Lo que no tenemos claro todavía es si esta facilidad tan difundida en la reunión de los países andinos, es ocasional, es decir por esta vez, o se la instituirá como un mecanismo de acceso frecuente.


Hay que recordar que los Cetes llegaron a negociarse, para plazos de 330-360 días, a tasas entre el 6.75% y el 7% anual, en el período comprendido entre Enero y Abril de este año. Luego, las declaraciones públicas hechas sobre el papel de la deuda y la política fiscal, ocasionaron que la tasa suba hasta el 8.42%.


El conocimiento de la posibilidad de financiamiento venezolano, añadido a las afirmaciones oficiales posteriores de que el país honrará todas sus deudas ha llevado la cotización de los Bonos Globales de vuelta por encima del 100% (en verdad superaron el 101% hace pocos días) ¿Ahora que dirán los miembros del gobierno sobre esto?


Finalmente, es de esperar que este tipo de transacciones no lleve consigo compromisos políticos o condicionamientos sobre la política exterior nacional. El tiempo lo dirá.


Se habla de un posible crédito del FLAR al Gobierno.¿Es posible conseguirlo?


Difícilmente porque este Fondo fue establecido para conceder créditos a los Bancos Centrales para apoyo de las balanzas de pagos y no para cubrir déficit fiscales. El FLAR determina que la crisis de pagos externos está asociada a un déficit de la cuenta corriente en las relaciones internacionales y para su cuantificación utiliza algunas modalidades de cálculo. En el caso ecuatoriano, el sector externo no justifica una solicitud de esta naturaleza. Además, el Art. 265 de la Constitución Política prohíbe al Banco Central conceder créditos al Gobierno.


¿Si existe una disponibilidad del 80% de la cuenta fondos de reserva sumado el monto actual y el próximo a depositar por el año 2004, por qué tanta alarma financiera o presupuestaria?


El problema no es la disponibilidad de los recursos sino el impacto que el retiro de los Fondos de Reserva ocasiona en la estructura conceptual del Sistema de Pensiones y en el Seguro de Salud.


En el año 2001 el Congreso Nacional, con la participación de casi todas las tiendas políticas aprobó la nueva Ley del IESS, y en ella, con algunas inconsistencias evidentes que las hemos comentado en varias oportunidades, estableció un sistema mixto de solidaridad en su mayor parte, y de capitalización individual de forma marginal, que integró todos los conceptos de aportación para atender los servicios vitales del nuevo sistema de seguridad social. En esta configuración, a un cuando mantuvo el concepto de las distintas formas de aportación individual, empresarial y del Fondo de Reserva, las aglutinó a todas ellas dentro de tres Fondos completamente separados: de Pensiones, de Salud y Campesino. Estos tres fondos reciben una parte de cada tipo de aportación y de la obligación que le compete al Estado. De su conjunción se desprenden las Pensiones, el Seguro de Cesantía, el Seguro Médico Familiar, etc.


Si se quita el componente llamado “Fondo de Reserva” se desequilibra al sistema, y las pensiones futuras no podrán ser las mismas. La cesantía tendrá que eliminarse al igual que el seguro médico familiar. Algunos argumentan que antes se entregaba el Fondo de Reserva cada tres años. Así era, pero en el 2001 se cambió el sistema y esta posibilidad se la eliminó precisamente para mejorar las pensiones futuras.


El problema del momento es de seguridad-confianza podría decirse mejor-de los afiliados, quienes al ver que con sus aportaciones se quieren hacer inversiones de alto riesgo, como prestarle a Petroecuador, prefieren recibir de vuelta una parte de ellas a pesar del grave riesgo en que se pone al IESS y su sistema de seguridad social. Esto es entendible, aunque la actitud coincide con la de aquellos que quisieran ver quebrado al Instituto por su mala conducción y porque su condición de monopolio no asegura el cumplimiento de sus responsabilidades.


Se habla mucho de la inversión social en educación y salud, además en ciencia y tecnología. ¿Cómo evitar el despilfarro, la malversación y el gasto político?


Se requiere de un profundo cambio conceptual en el cual se involucre a toda la sociedad para que se convierta en un coadministrador responsable de estas actividades. Sin la incorporación activa y permanente de las familias como parte real y vívida de los quehaceres públicos en estos campos, poco se puede avanzar. Es tan mala la educación y la salud públicas que a los programas de rescate se les puede denominar de “emergencia nacional” sin ninguna exageración.


Los encadenamientos políticos tienen que liberarse por un mecanismo de gobierno compartido con la sociedad que tenga elementos objetivos de evaluación y control. Es un cambio radical que debe comenzar con proyectos en los cuales además los Municipios se conviertan en regentes de la administración educativa y de salud de sus conglomerados. Aquí la descentralización responsable es una vía inequívoca. Sino miren lo que pasa con los colegios municipales de Quito y los centros de salud de Guayaquil. Esto hay que replicar.


En el ámbito de la propiedad intelectual, dentro de la negociación del TLC, ¿cuáles debieran ser las principales reservas del Ecuador?


Es un tema tan complejo y sensible que no es posible citar reservas concretas ya que muchos puntos que se están tratando pueden tener posiciones alternativas en función de las compensaciones que se consigan. Sobre los datos de prueba se suspendieron las negociaciones hasta ver como queda el CAFTA. En biodiversidad se está buscando mecanismos para verificar patentes de recursos naturales defendiendo el conocimiento tradicional. Se discute compensación por demoras en aprobación de certificados (Izquieta Perez) con eliminación de exenciones por parte de EEUU. La mesa sigue activa y avanza lentamente.



Colaboración Editorial

DIARIO EL COMERCIO

Julio 22 del 2005

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