Inquietudes nacionales
Los fideicomisos están de moda. ¿Cree usted posible o conveniente el fideicomiso sugerido por el ministro Mauricio Pozo para manejar la AGD o para reemplazarla?
Lo trascendente es saber para qué se plantea una figura de esta naturaleza. Los fideicomisos, mas que estar de moda, son un instrumento o figura jurídica que permite llevar adelante una misión con un objetivo específico. Normalmente se los construye como “patrimonios independientes” a los cuales se les somete a condicionalidades muy precisas. En este caso, me imagino que lo sugerido por el ministro sería entregar toda la cartera vencida de la AGD, en calidad de patrimonio del Estado, a un administrador determinado para que ejecute todas las acciones que sean necesarias para su recuperación.
Si esto es lo que se busca, hay que analizar las repercusiones legales de una acción como la propuesta, pues, por ejemplo, la facultad de cobro por la vía coactiva, no es delegable y eso traería consigo mayores dificultades de recuperación. De otra parte, habría que estudiar la forma de endosar los documentos para no incurrir en errores que favorezcan las acciones de los morosos. También debemos saber a quién se le va encargar esta responsabilidad.
Ahora bien, si la AGD ya tiene una estructura, aunque sea ineficiente, ¿acaso no es mejor, dadas todas las circunstancias por la que ha atravesado, usarla con gran decisión política para concretar resultados de recuperación de estos activos nacionales que están representados por la cartera de morosos, antes que volver a iniciar otro proceso? En esa línea de pensamiento, no sería bueno pedir la ayuda de la Comisión de Control Cívico contra la Corrupción (CCCC) para que se encargue de esta tarea asumiendo la dirección de la AGD
Un ex presidente dice que la agricultura y la industria ecuatorianas van a ser seriamente afectadas si se concreta, como parece, el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. ¿Cuál su opinión?
¿Qué debemos entender por seriamente afectadas? Es una premonición positiva o una clarividencia negativa. Porqué empiezo la respuesta de esta forma, por el simple hecho de que todo dependerá de la forma como se conduzcan las negociaciones.
Sabemos que es un proceso duro en el cual las partes tienen intereses que defender y que la posibilidad de obtener beneficios depende del grado de preparación y maduración de las tesis ecuatorianas. En el campo agrícola nuestro país tiene potenciales de producción distintos a los de los EEUU que de hecho se reflejan en las exportaciones actuales, a las cuales se pueden añadir nuevos productos. En la industria y la pesca, la consolidación de las preferencias andinas es una ventana clara de oportunidades. Y así podemos ampliar la visión de un desarrollo dirigido por el TLC, dentro del cual por supuesto habrá actividades, o mejor empresas que no estarán en condiciones de competir, y que es de esperarse serán, en su representatividad, de importancia menor que las ganadoras del proceso.
El TLC es un reto y una oportunidad. Tiene amenazas pero también potencialidades. Si no lo tomamos, que podría ser la otra opción del dilema, con seguridad las pérdidas futuras serán muy superiores a las que podrían derivarse de su negociación. Es mas, incluso las exportaciones actuales tendrían competencia internacional con ventajas derivadas de los convenios celebrados por otros países.
Dicen que China es comunista en lo político y semi capitalista en lo económico y sus productos están impactando en la producción ecuatoriana. ¿Cuál su visión?
China está desarrollando una gestión económica y comercial que tiene un peso específico en el mundo moderno. No es un problema sólo para el Ecuador. Es una amenaza y a la vez una posibilidad para la gran mayoría de países.
Lo que ocurre con los mercados de algunas materias primas, entre las cuales sobresale el del hierro, es un ejemplo del empuje de esa colectividad. Su definición económica es típicamente capitalista, que la perfeccionan con precisión de relojero de acuerdo con la fortaleza que tiene la evolución del sistema político. La última reforma constitucional, llevó a ese nivel la declaración de los principios de la propiedad privada.
China, con su memoria histórica sostiene procesos de cambio de largo plazo. Lo que hoy vemos lo plantearon hace treinta años y siguen adelante, pues su visión del mundo y el papel chino dentro de él está vigente. No se pierden en las escaramuzas diarias, ni intentan resolver los problemas de pobreza e incluso de indigencia en el corto plazo. Saben que son tareas que consumen más de una generación y, políticamente aceptan ese reto. Es más, aceptan utilizar la pobreza como mecanismo de competitividad internacional. Los bajos precios de sus productos demuestran que la política salarial sigue siendo deprimida.
Control político y libertad económica, o lo que ellos llaman “dos sistemas, un país”, es el modelo de gestión pública. La ortodoxia económica es mas evidente conforme China se integra al mundo. Al ser parte de la OMC asumió obligaciones para limpiar sus prácticas contrarias al comercio internacional justo o limpio.
Las oportunidades están en la óptica de la capacidad de consumo de los 1.300 millones de chinos, que conforma avanza la aplicación del modelo capitalista reciben las influencias de consumo occidental.
¿Qué le parece la actitud del presidente del Banco Central de Alemania, Ernst Welteke, de aceptar una apetitosa invitación de un banco privado y decir que no ve motivo para renunciar?
Incomprensible y cuestionable. Lo primero porque al reconocer que cometió un error, supongamos que de buena fe, debía encarar sus consecuencias. Lo segundo, porque al ser el director de la política monetaria tenía la responsabilidad de mantener independencia y este hecho rompió, aunque sea de una manera perceptiva y no real, esa línea.
Este caso es una muestra más de lo importante que es cultivar una democracia en la cual la ciudadanía y las instituciones obligan a su auto depuración. El escándalo es por una invitación que costó menos de 8.000 Euros. ¡Qué diferencia con lo que vemos casi a diario por nuestras tierras!
¿Quién cree usted que debe liderar en el Ecuador el tema del TLC ¿la señora Baki o Mauricio Yépez?
A quien le corresponde definir esta representación es al Presidente y sus devaneos profundizan las discrepancias. Desde el principio no existió claridad en la asignación de responsabilidades y eso se dejó para el libre juego de las fuerzas que sustentan a cada uno de los mencionados funcionarios. Se nota que no hay un equipo integrado. ¡Qué pena por el país! Hacemos un papelón interna e internacionalmente.
Colaboración Editorial
DIARIO EL COMERCIO
Abril 16 del 2004