Los derechos de la niñez
Tomar conciencia de los derechos de la niñez es asumir responsabilidades sobre el futuro de un Ecuador menos injusto, más cohesionado y constructor de oportunidades.
En Junio del 2002, con el auspicio vital de UNICEF nació el Observatorio Ciudadano de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia. Lo conforman personas de diversas trayectorias, pensamiento y regiones, unidos en el sueño de conseguir un Ecuador donde todos ejerzan su derecho a vivir una vida digna.
Así se resume esta misión: vigilar que todos los días nuestra sociedad avance en el cumplimiento de ese ideal. Es una meta de largo aliento que exige perseverancia sin desmayos. Los problemas son múltiples. “La escasez de recursos” humanos y financieros es una valla que se interpone en el camino. Los presupuestos mundiales cada día hacen más difícil esta tarea. La cooperación internacional y la solidaridad declinan persistentemente. Pero, aún bajo esas circunstancias hay que insistir en la búsqueda de ese ideal.
Sabemos que NN.UU. y, cada día más ecuatorianos se incorporan a esta tarea. Se ven ciertos resultados. Honra decir que el Observatorio fue un pilar importante en la aprobación de la nueva Ley de la Niñez por parte del Congreso Nacional en noviembre del 2002, con la cual nuestro país se obliga a atender este empeño.
Conocemos que la educación y la salud son las cenicientas de las finanzas públicas y de la opinión nacional, pero también están identificadas las ineficiencias del gasto social. Sin embargo, estamos firmes en defender políticas económicas responsables y equilibradas que aseguren un ambiente propenso a la promoción de empleos dignos y estables. Hemos vivido crisis, por errores propios o derivados de un sistema mundial que no dispone de mecanismos de prevención y, que por lo tanto evita la contaminación, con secuelas sociales muy dolorosas.
Por eso, el Observatorio de la Niñez cree que no hay dilema entre política económica responsable y desarrollo social. Sostiene más bien que sus intereses les obligan a ser socios bien llevados.
Para cumplir este compromiso del país se debe empezar por divulgar los derechos de la niñez y los resultados de la forma como se conduce la sociedad frente a estas obligaciones. Si queremos verlo en términos de mercado, la tarea en esta etapa, aunque no la única, es vender el propósito, hacer que la comunidad sienta su compromiso. Ya se han publicado cuatro boletines que recogen la realidad con “índices” de los Derechos de la Niñez para cada etapa del desarrollo humano. Y como verán más adelante los resultados son dolorosos: para los primeros años, desde antes de nacer hasta cumplir 6 años, la nota nacional del cumplimiento de obligaciones con los niños es de 4.2 sobre 10. En el caso de los derechos durante la edad escolar, de 6 a 12 años, el índice es más complejo: 3.4/10. Finalmente, en la adolescencia apenas se obtiene 2.7/10.
Los números no requieren explicación. ¡Lo dicen todo! Grafican un país desgarrador. Exigen trabajo. Aquí está la tarea nacional. Sabemos que una sociedad sin capital humano no tiene norte. Sin embargo, todavía el derecho a vivir, aunque mejorado en el tiempo, tiene niveles dolorosos. Los derechos de la niñez siguen siendo un sueño que buscamos se transforme en una promesa por cumplir.
Colaboración Editorial
DIARIO EL COMERCIO
Noviembre 21 del 2003